Llegar tarde al colegio
Era jueves, y Lily nuestra protagonista se levanta temprano como cada día para ir al colegio. Estando sola en casa pues sus padres estaban de vacaciones se puso el uniforme, se subió el dobladillo de la falda y abrió los botones delanteros de su camisa para parecer más cool entre su grupo de amigas, se ató el pelo en una coleta y se dispuso a ir a clase. Sin embargo cuando abrió la puerta se encontró a dos chicos que iban a su colegio esperándola justo en frente.
Lily: ¿Pero qué están haciendo aquí?
No los conocía muy bien, pero si sabía sus nombres. Esos eran Christopher y Erick, dos chulitos de su escuela que eran amigos de uno de sus exnovios, Fernando. Pensando que la visita de ambos chicos tenía algo que ver con él se dispuso a cerrar la puerta con llave, pero justo en ese instante ambos chicos se le fueron encima jalándola de los pelos y atándole las manos con los cinturones.
Christopher: prepárate putita, hoy vas a llegar tarde al colegio.
Entre forcejeos y empujones la subieron a su habitación y la tiraron sobre la cama, Lily no paraba de patalear y suplicar que la dejaran en paz, pero por desgracia eso solo hacía que se excitaran más.
Christopher la puso boca arriba y le rompió la blusa y el sujetador de un tirón dejando sus tetas al aire libre. Le gustó tanto lo que vio que no pudo resistirse y metió su cara entre ellas devorando a la pobre chica que se movía de un sitio a otro. Erick la cogió del pelo y le chupó el cuello hasta llegar a su boca dándole un beso en el cual le introdujo su lengua hasta el fondo.
Christopher: que ricas tetas tiene ¿no es verdad?—Erick asintió.
Luego Christopher colocó su mano sobre las piernas de Lily y se las abrió a la fuerza dejando expuestas sus pequeñas braguitas blancas de algodón.
Lily: Por favor no, paren. ¿Por qué están haciendo esto?
Ellos solo rieron y mientras uno la sujetaba el otro se desnudaba. Lily con los ojos llorosos no sabía que hacer, ver a estos denudos la había dejado perdida.
Christopher empezó a acariciarle las piernas, subiendo lentamente hasta alcanzar sus braguitas, primero palpó la tela y luego metió su mano por debajo mientras Lily seguía gritando y suplicando. Pero sus quejas solo le dieron más fuerzas a Christopher para que rasgara sus bragas junto con la faldita. Ahora había quedado desnuda. Erick, desnudo también y ansioso por disfrutar del cuerpecito de la chica tomó una de sus piernas y la alzó en el aire para luego llevarse su pie a la boca y empezar a chuparlo.
Lily: ¿esto es por Fernando? De verdad diganle que vuelvo a ser su novia si quiere yo....
Christopher: Shhhhh silencio mi amor, silencio.
Christopher sacó uno de los dedos que tenía en la conchita de Lily y lo puso sobre su boca, ella al instante se quedó callada y apretó los labios con tal de no probar su propio sabor. Erick, ya cansado de su pie, la tomó de la cintura y subió su cuerpo antes de ponerse de rodillas y meter la cabeza entre sus piernas. Lily tuvo un gran escalofrío cuando la lengua del chico comenzó a dibujar la forma de sus labios vaginales.
Lily: por favor déjenme ir.
Dijo entre sollozos, pero lo cierto es que su cuerpo estaba empezando a reaccionar, su sexo estaba todo mojado y no sabía si era enteramente debido a la saliva de Erick. Tanto gustito le daba aquella lengua jugando con su conchita y los dedos de Christopher pegados a su clítoris que sin querer su cuerpo alcanzó el orgasmo.
Los temblores la inundaron en contra de su voluntad y sus gritos se transformaron en gemidos. Los dos chicos se dieron cuenta y aumentaron el ritmo de sus tareas llevando dos dedos a sus pezones y estrujandolos. Fue tanto que la chica no pudo resistirse. Grito y jadeo a los cuatro vientos mientras sentía como los fluidos abandonaban su cuerpo. Estuvo ensimismada por unos segundos hasta que poco a poco volvió a la realidad y al hacerlo... el miedo también volvió.
Lily: Vayanse ya por favor
Erick: Irnos no mamita no, vamos a quedarnos y no te preocupes, que de seguro te vas a correr otra vez.
2
Lily trago en seco, su cuerpo estaba agitado y su sexo mojado. Ellos denudos frente a ella con sus penes durísimos era demasiado para asimilar, aunque tampoco tuvo mucho tiempo porque Christopher la alzó en brazos y la colocó a cuatro patas.
Christopher: que rico culo. Ay mamita si vieras que rica te ves desde aquí.
Y acto seguido comenzó a deslizar la cabeza de su pene contra la entrada de su conchita que tan mojada estaba que le facilitaba el acceso y hacía que el glande entrara por unos segundos.
Erick ni corto ni perezoso se colocó delante de ella y le sujetó la barbilla mientras la miraba sonriente.
Erick: chupamela mami
Le dijo y Lily sintió el terror otra vez, aunque ya mezclado con el placer que le daban los roces del pene de Christopher.
Por mucho que no quisiera pensaba que si se negaba iba a ser peor asi que abrió la boca y recibió toda la polla de Erick hasta el fondo en su garganta. una lágrima se deslizó por su rostro pero eso no la detuvo, lamió todo el tronco de esa verga y jugó con su lengua y todos los rincones de su boca.
Erick: cualquiera que te vea pensaría que te gusta.
Lily negó con la cabeza, pero justo en ese instante Christopher le abrió el culo con las manos y clavó su verga hasta el fondo en su vagina. por un minuto se alegró de tener la verga de eric en la boca que le hizo contener su gemido.
Chris: qué rica estás puta. Me encanta follarte.
Christopher comenzó a penetrarla, metiendo y sacando su verga sin contemplaciones. Erick la tomó del pelo y hacía lo mismo con su boca, se la folllaba sin piedad mientras ella se dejaba llevar de un lado a otro por las embestidas de ambos.
Se decía a sí misma que no le gustaba nada, pero lo cierto era que su clítoris estaba palpitando, tanto así que cuando Erick la sacó de su boca y se colocó detrás de ella junto con Chris tuvo que morderse los labios para no gemir en voz alta.
Erick: ufff cómo se la estas metiendo toda.
Y el chico llevó las manos al pequeño clítoris de Lily.
Lily: ayyyyy
Nuestra protagonista no pudo evitarlo y dejó escapar un gemido, ambos chicos se rieron y no le dieron importancia, pero luego cuando dijo.
Lily: Ay si si más
Fue demasiado obvio para ser ignorado.
Christopher: ¿Te gusta mi amor? ¿Eh?
Christopher se detuvo, ya no se movía, con la verga dura toda dentro de ella Lily sintió que iba a desmoronarse de tanto placer.
Erick: Di que te gusta perrita o aquí se acaba para ti.
Uff menos mal que alivio,ya se acababa la tortura, pensaba, pero a cada segundo muerto que pasaba añoraba las embestidas de esa verga dura y los dedos de erick maltratando su clitoris. Su cuerpo temblaba, su vagina palpitaba, quería correrse.
Lily: mmmm eeee me gusta—dijo susurrando.
Erick:¿cómo fue? no pude oírte
Erick le dio una nalgada que de seguro le dejaría las nalgas rojas, pero su cuerpo traicionero había disfrutado de ese pequeño castigo.
Lily: Nada nada
Erick: ¿ah sí? bueno Christopher sacale la verga que nos vamos.
Y Christopher hizo caso, lentamente fue sacando su verga de dentro de la conchita de Lily que se quedaba abierta, vacía y triste. Su cabeza decía que era lo correcto, pero su cuerpo... su cuerpo pedía más a gritos.
Lily: ¡No! No se vayan por favor. Si me gusta, me gusta que me cojan.
Y ambos chicos se miraron sonrientes mientras volvían a sus labores. Christopher volvió a penetrarla con fuerza y ella a gritar del placer sacando la lengua y poniendo los ojos en blancos.
Erick: ¿te gusta?
Lily: me encanta me encanta que ricooooo
Christopher siguió follándola por un rato más hasta que no aguantó y se corrió dentro, sentir el semen caliente la llevó al borde del orgasmo si no fuera porque Erick rápido como una flecha ocupó el lugar de su amigo y empezó a follarsela aún más duro.
Los ojos de Lily parecía que se le iban a salir de las cuencas. Sentía su sexo abierto, mojado, baboso y a la vez lleno de semen. No sabía cómo había llegado a este punto pero sabía que le encantaba. Con cada una de las penetraciones de Erick ella gemía.
Lily: asi papi asi rico me encanta
Y el chico dandole nalgadas una y otra vez también se corrió dentro de ella. Esta vez sí que no pudo aguantar el éxtasis y con el culito paradito y las piernas temblorosas se dejó ir, corriendose y deslumbrando a los dos chicos con una imagen privilegiada de sus fluidos mezclados con su propio semen.
FIN
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