El vecino de enfrente 길 건너 이웃 (Vecino, BTS version)



El vecino de en frente


Sobre mi:

¿qué les puedo contar que les interese? Pues tengo un vecino al que me gusta espiar, llámame loca, pero... es que está muy bueno.

Verás, me mudé aquí hace un par de meses. Mi novio quería mudarse conmigo, pero como nosotros llevábamos saliendo otro par de meses pues no me pareció conveniente.

Estudio y trabajo a la vez por lo que casi nunca estoy en casa, pero.... Estoy en los momentos necesarios. Por ejemplo:

En la mañana, justo seis minutos después de que suene mi última alarma, con la que ya tengo que levantarme si o si, pues son siete (alarmas) me asomó a las ventanas del salón y lo veo entrar al gimnasio y saludar a los chicos que estén en la puerta. Luego, dos horas después de que regrese de estudiar, lo veo regresar a su casa, y entre treinta y treinta tres minutos después le veo salir de la ducha por la ventana de mi baño. Solo lo veo de la mitad del abdomen para arriba, pero aún así se ve impresionante y luego voy corriendo a las ventanas de mi habitación le veo quitarse la camiseta y el bóxer y meterse en la cama.

Tengo mucho cuidado de que no me vea, y debo decir que me encanta su abdomen, desde lejos se ve muy sexy y de su pene no puedo dar detalles, porque aunque se ve grande no puedo verlo muy muy bien.

Los fines de semana la rutina cambia, va un poco más tarde, sobre las diez y a veces cuando estoy desayunando, pues yo me levanto un poco más tarde, le veo por las ventanas del salón, hay una parte del gimnasio que puedo observar. Normalmente sábado o domingo está unos treinta minutos más que eso y se va a casa.

Sé que es una información muy detallada, pero llevo mucho tiempo observándolo, prácticamente desde que me mude.

Esto es todo lo que necesitas saber sobre mí y mis hábitos de espionaje.

Despierto Y qué asco, sé que tengo que ir a la panadería. Pero... Estoy tan cómoda en la camita. Tan calentita bajo mis dos mantas y con el pelo tan enmarañado. Pero si no voy, no tendré que comer, y si de verdad me propuse entrar al gimnasio (para verle), necesitaré pan integral, muchas proteínas y blablablá.

No quería, pero me puse de pie, me duche, lave los dientes, arregle un poco y me vestí. Miré el reloj y fui corriendo a las ventanas del salón.

Como siempre, estaba en lo correcto, ahí estaba mi chico favorito entrenando, en la parte del gimnasio que puedo ver. Eso significa que ya está terminando su rutina —Que se quite la camiseta, que se quite la camiseta—me digo a mí misma varias veces, pero mis deseos pocas veces se hacen realidad.

Escucho sonar mi móvil. Es un mensaje de mi novio:

<<Pasaré más tarde por tu casa, acuérdate de comprar pan :) >>

Seguro solo quiere follar. Llamadme pesimista, pero últimamente no estamos tan bien como al principio. Aunque jamás le dejaría, han sido cinco meses complicados.

Ni siquiera si se interpone el vecino en medio... bueno, eso....

55 minutos más tarde.

En una mano llevo una bolsa con seis bolsas de pan integral, valga la redundancia, y en la otra bolsa: mi móvil, un paquete de trigo y otro de semillas de sésamo. Las muy hijas de puta han salido caras, así que más vale que estén buenas.

Las bolsas pesan un poco, pero ya estoy justo en frente.... Curiosamente estoy pasando justo por debajo de casa del vecino.

—¡mierda!

Alguien me ha tirado un cubo de agua sucia encima. Que puto asco.

—Woo. joesonghabnida. Lo siento mucho, espera un momento

No he podido ver su rostro por el reflejo del sol en mis lentes de sol empañados. Pero cuando venga voy a matarlo, se puede decir que me ha bañado, pero en agua sucia. Estoy rabiosa, lanzo las bolsas al suelo. Menos mal que todo venía empaquetado, porque si no a la mierda. Todo menos... mierda mi móvil.

2

—are you ok?

Ay madre, con toda la confusión del momento se me olvidó que pasaba justo bajo su casa y por su puesto. Es él. Es como mi crush, mi vecino buenorro...mi... nada de eso, ahora es el hijo de puta que me lanzó un cubo de agua.

—no, no estoy bien, ¿qué estaba pasando por tu cabeza?

—nan neoleul mos bwass-eo (español: no te había visto)

—ñiñiñiñi —lo imito con voz de niñita— no hablo coreano

—hahhaha

—cállate babo. (español: estúpido)

—Entonces si hablas coreano

—Solo es—tengo que sonreir

—¿Qué puedo hacer para arreglarlo?

—Nada, me voy a mí...—me llevo las manos al bolsillo, pero esta falda no tiene bolsillo—a mi...—registro las bolsas que están en el suelo empapadas, pero nada—mierda.

—¿A tu qué?

—deje las llaves en casa.

—tienes un problema entonces

—Gracias por llegar a la conclusión, no me había dado cuenta —digo con ironía.

—Naaa... lo siento mucho.Por qué no vienes mi casa y encontraremos una manera de arreglar esto. ¿ok?

—ok

Y sonríe, claro, porque él no está empapado. Pero...No tengo más remedio que hacerle caso

Tomó las bolsas sonriente y abrió la puerta. Yo lo seguí, siempre pensé que cuando lo viera sería coqueta con él. Pero nunca tuve en cuenta la opción de que me bañara con un balde de agua sucia.

Su casa es pequeña, pero acogedora diría yo. En realidad es un lugar común, pareciera que paga a alguien para limpiar, pues todo está muy ordenado Y... no sé, ¿las paredes blancas?

—¿Tienes alguna llave extra?—pregunta.

—mi novio tiene una

—perfecto, llámalo desde mi teléfono—me lo extiende, pero yo...

—llámame estúpida, pero no recuerdo su número.

—¿De verdad?—suelta una carcajada

—Si—miro al piso, estoy avergonzada. —pero vendrá dentro de unas horas, ¿crees que pueda esperar aquí hasta entonces?

—seguro

— ¿y podría ducharme?

—claro bonita, hay toallas limpias en algún lado en el baño. Te dejaré una muda de ropa en el salón. Siento no acompañarte en la espera pero—te vas a echar una siesta—voy a tomar una siesta, estoy agotado del gimnasio—ja, estás hablando con la chica que te espía.

—no te preocupes. Me quedaré en el salón y no te robaré nada.

—lhahaha, no estaba preocupado. Por cierto no vayas a la terraza, el suelo está mojado.... De ahí ha salido el agua que...

—Si, si. Me imagino que tenías el suelo asqueroso....

Sonríe, debo decir que no pensé que fuera tan risueño y que su sonrisa es muy linda y sexy. Eso hace que me guste aún más.

—siéntete como en casa.—me dice y se va a la habitación.

Yo estoy ansiosa por esa ducha.

3

La ducha fue larga y renovadora. La temperatura del agua aquí es impresionante, mucho mejor que en mi casa. La verdad es que necesitaba relajarme, incluso me lave el cabello utilizando su champú. Espero que no se moleste.

Pensé tanto mientras el agua corría por mi piel. Dejando a un lado el enfado, me di cuenta de en lugar en el que estoy. Después de tanto tiempo espiándolo, el destino me ha traído hasta su pequeño departamento, aunque no fuera de la manera más limpia. Pero aquí estoy... y debería aprovecharlo al máximo, por lo que tengo que buscar una forma de llevar a cabo mis intenciones con él.

¿Cuáles son?

Las que muchas tienen. Creo yo...

Encuentro las toallas en el segundo cajón de un pequeño armario, me envuelvo en una y me contemplo en el espejo. Me veo súper sexy. Aunque mis cejas sin maquillaje me decepcionan un poco y no creo que él tenga lápiz de cejas por aquí.

Con toda mi calma voy al salón, la comida que compré está sobre la mesa, junto con mi pobre teléfono. Si la compañía me da uno mejor a un precio no muy excesivo, podría decir que es bueno que se haya roto.

Sigo observando. Sobre el sofá está la muda de ropa que me ofreció: Una camiseta gris y unos pantalones anchos. Desdoblo la camiseta y luego la huelo. Me esperaba algo mejor, pero no, olía a detergente.

Mmm, la verdad es que podría ponerme la ropa. O podría hacer algo mucho mejor. Me envuelvo bien en la toalla. Estoy descalza y no quiero ensuciarme mucho los pies, así que camino de puntitas hasta mi destino.

Giro el pomo lentamente. Ahí está, durmiendo boca arriba, con la boca entreabierta, tapado hasta la cintura y sin camisa. Dios mío, se ve tan sexy. Quiero que mis labios y mi lengua recorran ese abdomen.

Sigo de puntitas, al llegar a la cama, tomó la manta y la dejo a la altura de sus rodillas. Luego hinco una de las mías en el colchón. Compruebo si lo ha notado y parece que no, así que continuo.

Paso una de mis piernas a cada lado de su cuerpo. Quiero recorrer ese abdomen a besos, pero temo que se despierte así que tengo que ir a por todas. A la atracción principal.

Desciendo sin hacer mucho ruido, como no tenía bóxer pues el trabajo se iba a hacer mucho más fácil. Me cubrí completamente con las sábanas y empecé a tocar su miembro con suavidad

Era grueso y apetecible. Sentí que me calentaba en el momento en el que comencé a tocarlo.

Mientras lo tocaba, mi lengua se dirigió a sus testículos, les di un buen repaso con la lengua. Luego lamí despacio la piel suave, que tenía un sabor salado. Entonces deje que escurrieran de mi boca y empecé a lamerlos otra vez.

Sentí como se movía <<mierda>> me detuve unos segundos.

Pero la realidad fue que no se volvió a mover y su miembro ya se había puesto duro.

Un secreto: de ese modo se ve delicioso.

No pude esperar más y rodee el miembro con los labios. Empecé a dar lametazos y lametazos. Incluso me aventure a introducirlo todo en mi boca hasta llegar hasta la zona en la que comienza el vello púbico.

En ese momento, pude sentirlo, como se levantó de golpe, y cuando aparto la sabana se encontró con la imagen de su miembro en mi boquita.

—Yaaa.... pensé que habías dicho que tenías novio.

Me encogí de hombros y comencé a chupar. Vi como ponía los ojos en blanco, se{al de que lo estaba disfrutando. Entonces me detuve.

—¿Qué?—dijo agitado.

—Quiero que me hagas lo mismo—sonreí.

—¿Y por qué debería?—también sonrió coqueto.

—porque se quieres, y este—doy un lametazo largo por su miembro—también.

4

Me arrodille, me beso, enredando su lengua con la mía y sus manos subieron un poco mi toalla y empezaron a apretujar mi trasero. Entonces me dio un pequeño y sexy empujón. Caí de espaldas a la cama, me cogió ambas piernas, las abrió y colocó una almohada sobre mi trasero para realzarlo.

—me has dejado tan duro que tengo ganas de follarte ahora mismo—dijo y me mordí el labio.

<<Hazlo, hazlo hazlo>> Quería decir, pero no me atreví.

Note como se acercaba.

—estás mojada bonita. joh-ayo

La excitación incrementaba cada vez más dentro de mí. Colocó los dedos sobre mis labios y luego descendió. Jugó con mis pechos, los apretujó, los acaricio y pellizco los pezones sacándome chillidos de placer.

Sus dedos fueron descendiendo. Sentí una eternidad todo el tiempo en que recorrían mis piernas, hasta que finalmente sentí como se introducían en mí. Estaba tan mojada que fue muy fácil.

Pensé que sería suave y romántico, pero no, empezó a meter y sacar sus dedos con un ritmo rápido y constante. Con la otra mano, empezó a estimular mi clítoris y luego a tirar de él. No podía estarme quieta, mi sexo se sentía torturado de placer.

Entonces sacó los dedos y sentí como con ambas manos me lo abría y luego lo cerraba, abría y cerraba, abría y cerraba. Mis piernas se retorcieron, pero él las agarró y me obligó a permanecer quieta.

Se acercó lentamente y comenzó a lamer como un loco, con frenesí. Mi cuerpo se estremecía bajo cada lengüetazo. Atrapó mi clítoris con la punta de la lengua y lo chupo haciendo presión.

—¿te gusta verdad?

—siiii

—eres toda una puta que engaña a su novio, ¿no es así?

Mierda, no quiero aceptarlo pero.... —lo soyyyy—gemí cuando sentí su nariz aproximarse a la entrada de mi sexo por la forma enloquecedora en la que chupaba mi clítoris, pareciera que quiere comérselo. Es delicioso, estoy a punto de dejarme ir...

Mis caderas empezaron a moverse. Los sonidos de humedad llenaban el ambiente mientras el chupaba, lamía y mordisqueaba entre mis piernas. En una de esas sus dedos entraron en mí, provocándome aún más placer....

—aaaahhh, no lo aguanto más.

—entonces córrete cuando quieras —dijo.

Y sus labios comenzaron a devorarme, mientras los dedos se deslizaban hacia el interior y el exterior de mi sexo.

—aaaah

—¿qué eres dilo?

—una puta

—dilo más alto preciosa

—¡Una putaaaaa!—sus dedos se adentraron más profundo dentro de mí y no pude aguantarlo. Grite a pleno pulmón, mis caderas se congelaron en el aire, y poco a poco fui descendiendo, pareció que mi cuerpo se paralizara.

Sentí como se acercaba, hizo una flexión y me beso ardientemente:

—abre las piernas—me dijo—no puedes imaginarte lo duro que estoy.

—tengo una condición.

—¿Qué? —dijo mordiéndome el labio

—que esta no sea la única vez—desvié la mirada porque... podría rechazarme.

—bonita—dijo y acaricio mi cabello—quiero esa lengua en mi pene cada día—reí, que frase más pervertida.

—Jaj—dije y se rió conmigo. —¿Eso es un sí?

—mullon-iya (español: porsupesto)

Sonreí y abrí las piernas.

—¿oye, no sé cómo te llamas?

—Jung Ho-seok— Mi espalda se elevó del colchón cuando sentí su miembro duro entrar completamente en mí.

—ahhhh—gemí. —MmmJung, mmm Ho-seok.— Creo que jamás podré olvidar ese nombre.

Fin  



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