El primer ejercicio del día fue correcto.
Como no, si estuve leyendo y repasando las páginas como una loca toda la noche hasta quedarme dormida también sobre el libro de matemáticas.
Le pedí que me besara y accedió de buena gana. Sus labios dulces saben a maravilla; tengo unas ganas inmensas de que besen todo mi cuerpo.
Dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho ejercicios mal.
Tampoco soy un haz como creía (o como me obligué a creer), pero el siguiente fue correcto. Esta vez besuque su cuello sin control mientras él me sujetaba de la cintura.
-¿qué te parece si nos saltamos los siguientes ejercicios?
-de acuerdo, "profe"
Me pone demasiado cuando lo llamo así. También me besa el cuello con pasión. Da un pequeño mordisco y suelto un chillido. Me coge del trasero, me carga y me apoya contra la pared. Su boca se desliza hacia abajo hacia la parte de mis pechos que esta camiseta blanca deja a la vista. No tardo en quitármela y quedarme en sujetador. Estoy más que excitada. Su boca recorre mi abdomen y sus manos desabrochan el sostén con facilidad.
Enseguida va a por mis pechos, los toca tan suavemente que me provoca gemido; los masajea suave y dulcemente, depositando pequeños besos en los pezones.
Gimo y me encuentro con su sonrisa antes de que lleve su boca a mis pechos y se detenga ahí por un rato. Todo lo que tengo que hacer es dejarme hacer, valga la redundancia; creo que toda la diversión se la está llevando él.
Después de que lamiera, apretujara y mordisqueara mis pechos descendió por mi abdomen acariciando mis piernas hasta llegar al interior. Me ayudó a quitarme la ropa de cintura para bajo y quedar completamente desnuda.
Su boca recorrió toda la piel de la parte interna de mis muslos hasta que se encontró con mi sexo. Antes que nada lo toco suavemente.
Gimo. No puedo aguantar.
Como odio que se haga el paciente. Sujeto su cabeza y la acerco a mi sexo. Dejo que mueva la lengua suavemente por todo mi sexo y que de besitos.
Mis piernas ya tiemblan, pero recién es que esto comienza. Su lengua se abre paso en mi sexo y lo lame de arriba abajo mientras yo gimo de placer.
Sus manos se aferran a mis piernas y a veces ascienden para tocar mi clítoris. Su lengua se centra sobre mis labios, lamiendo con esmero. Lamiendo hasta hacerme gemir.
No paro de temblar mientras su lengua se mueve en círculos por mi sexo y sus dedos acarician suavemente mi clítoris.
-Delicioso-dice y me dejo ir.
No puedo aguantarlo ni por unos segundos más. Gimo muy fuerte y me corro sobre su boca mientras el lame más rápido y sin parar. Mientras estimula mi clítoris con frenesí.
-ahhh, ahhh
Suelto un último grito agudo y hago que pare. Quiero dejarme caer sobre el suelo; pero me sostiene y me abraza mientras con sus manos dibuja la silueta de mi cuerpo.
Me encanta la forma en que sus manos recorren mi piel. Quiero que esto se repita cada día.
-¡Tn, estoy en casa!-grita Vivi desde fuera
. Rápidamente miro a Joel, lo beso y corro a vestirme.
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