Richard: lo ves
Baja la cabeza hasta mi abdomen y lo recorre entero con la lengua, esto me gusta mucho así que cierro los ojos. Siento que está bajando el short de mi pijama y vuelvo a la realidad, no, no debo dejar que pase esto.
Reúno toda mi fuerza y me paro, llego hasta la puerta y justo antes de salir me alcanza, iba a gritar, pero me tapa la boca con las manos, me da un fuerte empujón y caigo en la cama. Esta vez se coloca sobre mi violentamente, me sujeta ambas muñecas y me pone las manos tras la espalda, en esta posición no puedo moverme. Con los dientes me baja las bragas y yo doy una patada al aire. El me abofetea.
Richard: hasta cuando vas a comportarte así
Vuelve a abofetearme
Richard: por que te demoras tanto en aprender
Sigue y sigue abofeteándome y yo llorando y pidiéndole por favor que me suelte, pero puedo ver en sus ojos que no hay ni una gota de compasión. Con la mano que me abofetea me coge el sexo y me pellizca el clítoris, ahhh gimo y me indica que me calle, vuelve a pellizcármelo y yo a gritar, me doy cuenta de que ese es mi punto débil
Richard: cállate
Me abofetea e introduce un dedo dentro de mí, contengo la respiración y el empieza a moverlo. No lo puedo negar, me encanta, ya me estoy relajando. Me suelta las muñecas y también baja la otra mano hacia mi sexo. No puedo estar más caliente, desliza otro dedo dentro de mí y me muerdo el labio para no gritar
Narra Richard
Tengo las dos manos en su sexo que está muy húmedo ¿con que cara dice que no le gusta? Curvo dos dedos dentro de ella y se muerde el labio, eso hace que me palpite la polla. Meto los dedos bien profundos dentro de ella y observo como se mueve encantada. Sus caderas acompañan mi ritmo y hacen que sus tetas reboten, me las quiero comer, pero verlas me pone muchísimo. Le pellizco el clítoris y chilla, vuelvo a hacerlo y vuelve a chillar, continúo pellizcándolo y ella no lo soporta más, acaricio todo ese sexo jugoso que me vuelve loco y noto como se corre
tn: ri- ri
va a gritar y nos van a pillar, la beso y absorbo todos sus gritos, se mueve hacia todos lados, me encanta el descontrol que experimenta su cuerpo perfecto.
Me quito de encima de ella para que se recupere. Al menos ya deben haber pasado unos cinco o seis minutos cuando vuelvo a ponerme encima de ella, le extiendo los brazos, ella me los acepta y la coloco en la pose del perrito
tn: pero...
le doy una nalgada
Richard: ¿pensaste otra vez que so era todo?
Hasta ahora he estado jugando, llego el momento en el que me la voy a follar
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