Strip Poker 012 Hermanos de Verdad
Estaba tratando de controlar mi respiración y llevarla a la normalidad cuando sentí la mano de brother en mi pierna. Chris estaba repartiendo las cartas y contando un chiste absurdo sobre micrófonos. Todos estaban concentrados en él cuando los dedos de mi hermano se deslizaron a todo lo largo de mi sexo. Abrí las piernas y deje caer la cabeza hacia atrás. Sentí como con sus dedos se llevaba toda la humedad que las lamidas de Erick habían provocado.
Chris terminó y rápidamente brother se acomodó en su silla, como si no pasara nada o como si sus manos no olieran a mi sexo mojado.
Las cartas me sonrieron esta vez. Un As y una jota de corazones, fácil de combinar para obtener una escalera real. Aguante hasta el final sin regodearme y terminé aplastando a Mariana en una jugada magistral.
Ella puso los ojos en blanco. Me daba mucha rabia, esa era mi gesto, me estaba imitando y por si fuera poco a ella le salía mucho mejor que a mi.
—Cógete a tu hermano—dije sin pensar.
—Epaa—dijo Richard—Viene fuerte.
Erick sonrió y yo también. Quizá lo que le estaba pidiendo era un poco demasiado pero no me importa. De alguna tiene que pagar por... por ser ella.
—Estás enferma—dijo juzgándome con la mirada.
Chris no puso peros, de hecho nadie puso peros excepto ella. No vacile ante su mirada juzgante. Ella me hizo pasar vergüenza con Erick y yo le haré pasar vergüenza con Chris.
—No—dijo—yo nunca haría una cosa como esa.
Todo el mundo se encogió de hombros. Yo seguía sin decir nada y ella trató de explicarles a todos porque estaba mal y como ellos si que eran hermanos de verdad al contrario de nosotros. Me molestó muchísimo que hiciera incapie cuando decía de verdad. Nadie puede negar que Zabdiel es mi hermano, tampoco el hecho de que llegó primero a mi vida que a la de ella.
—Ay por favor—la interrumpí. Solo tienes que metértela y moverte un poco. Eso no es nada para ti ¿o si?
—No se de trata de eso se trata de…
—De ti tratando de arruinarnos la noche. Parece que después de todo yo no soy la aguafiestas.
Vi como sus labios se desdibujaban en una mueca fea, y supe que la había llevado a donde quería. Estaba enfadada y a mi me encantaba verla así.
—Cogérmelo es demasiado. Le voy a hacer un baile sensual.
—Bueno—dije poniendo los ojos en blanco. Es mi gesto, mío. Yo soy la original.
Todo el mundo estuvo de acuerdo con su decisión del baile, excepto Chris que desde mi perspectiva estaba fingiendo estar de acuerdo cuando en realidad estaba un poco enfadado.
¿Será que este chico también quiere follarse a su hermana? ¿Qué les pasa a los hombres hoy?
Mariana se puso de pie, dejándonos a todos babeando con su trasero. Hasta yo tenía que admitir que tiene un culo poderoso. Extendió la mano y Chris se la aceptó. Luego caminaron hasta colocarse entre Erick y yo. No entendí porque tuvieron que colocarse a mi lado, pero quizá ella quiera restregarme en cara sus movimientos sensuales.
En efecto, Erick puso música en su teléfono que a esta hora era el único que quedaba con batería y la chica comenzó a mover las caderas en un movimiento sensual. El pene de Chris no tardó ni un segundo en apuntar al cielo.
Ella me miró mientras movía el culo de adelante hacia atrás como si estuviera perreando a un ritmo muy lento. Sus nalgas rebotaban y sonaba como si estuvieran aplaudiendo. Claramente estaba disfrutando de mostrarme lo que yo no podía hacer.
Chris dio un paso adelante y pegó su pecho a la espalda de su hermana. Con ese movimiento pude notar como su pene se restregaba por el sexo de la chica que se abrió dejando entrever sus carnosos labios vaginales. Abrí los ojos como platos.
Zabdiel, Richard y Erick les animaban con palmadas. Me sorprendía que Zabdiel no mostrara ni el mínimo atibisbo de molestia. Quizá estaba demasiado caliente como para ponerse celoso.
Miriam hizo un truco que yo siempre he soñado con hacer. Abrió las piernas y luego las cerró creando el rebote perfecto. No movió las caderas, ni los pies. Solo era su culo redondo y paradito rebotando sobre la verga de Chris.
Por un momento me pareció ver que la cabeza del pene del chico desapreció, pero luego con el siguiente movimiento pude verla otra vez. No será que..
Chris la tomó por la cintura y la inclinó hacia delante mientras sonreía. Ahora ella quedó con las tetas apoyadas contra la mesa y el culo bien empinado. No tuve ninguna duda, Zabdiel y Richard no podían ver nada, pero yo si y probablemente Erick también.
La chica movía las caderas y Chris aprovechó para hacer presión. El glande de su pene se enterró en los labios vaginales. Vi como Mariana apoyó las palmas de las manos sobre la mesa y se contenía las ganas de emitir un gemido.
Chris empujaba intentando disimularlo con el baile. Se la estaba cogiendo. Tanto que se había negado y ahora tenía la mitad de la verga de su querido hermanito clavadita entre las piernas.
—Tiempo—dijo Zabdiel y Chris la sacó lentamente.
Miriam siguió en esa posición unos segundos más. El pene del chico estaba bien duro y brillaba cubierto de los jugos vaginales. Me mordí el labio. ¿Qué acaba de pasar aquí?
Si lo que Mariana quería era enseñarme sus movimientos le salió el tiro por la culata porque lo que me acaba de enseñar es como se dejaba que su hermano se la metieran toda.
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