03 Mariana se desnuda
En cuestión de segundos ya estábamos todos alrededor de la mesa circular del comedor. Zabdiel había ido a por las cartas y Richard y Christopher trajeron dos botellas de licor que tenían escondidas en la moto para algún evento como este. Yo traje el hielo de la nevera y los vasos de plástico. Richard sirvió tragos para todos y aunque no quería no tuve más opción que aceptar porque no quería que Mariana se burlara de mi.
No sirvió de nada. Se burló de todas formas.
—Ahw, que linda Sis al final si que vas a probar tu primer trago de alcohol esta noche.
Sonreí, no le dije nada y me di un sorbo largo. Ojala y el alcohol sea como dicen. Ojala y me de valor para hacerle frente.
—¿Todos conocen las reglas verdad?—preguntó Chris y asentí.
No soy una excelente jugadora de poker, pero al menos sé cómo hacerlo. Cuando era pequeña solía jugar al Texas Holdem en la vieja computadora.
—Bueno. Empecemos.
Una vez servidas las bebidas se repartieron las cartas. Yo tenía ocho prendas de vestir así que me sentía bastante tranquila: Llevaba el suéter, el brasier, las bragas, el pantalón, medias y zapatillas. Tenía que perder bastantes veces antes de quedar expuesta. La pobre o no tan pobre Mariam solo llevaba un short, su camiseta y yo espero que por favor tenga al menos una tanga puesta.
Al principio todo fue de viento en popa. Lo importante no era ganar, sino no perder. O sea, que las oportunidades que tenías de perder ropa eran de seis en uno. Nada mal. Como mencioné antes ya tenía alguna experiencia en el juego así que pase las pres primeras rondas sin perder nada, al contrario de Zabdiel que sí que era malo para las cartas que perdió sus dos zapatillas y Erick que perdió una de las suyas.
El juego era divertido, a veces ganaba yo, a veces Chris, aunque la mayoría de las veces ganaba Richard, parece que de verdad tenía talento para contar las cartas. Zabdiel y Erick siguieron perdiendo, Zabdiel se quedó sin zapatillas y medias y Erick perdió tanto que tuvo que quitarse la camiseta. Marianna no perdía por cobarde, hablaba mucho, pero siempre prefería retirarse que arriesgarse al final.
Ver a Erick sin camiseta fue un momento revelador. No pude evitar ruborizarme y mirar su blanco abdomen a medio marcar. Sus ojos verdes estaban apenados por ser el único ya semi desnudo, pero a mi me parecía de lo más atractivo.
Por estar perdida mirando el pecho de Erick perdí las tres próximas rondas. Ya había perdido, las zapatillas y las medias, así que ya solo me quedaba la ropa que llevaba encima. Luego perdió Mariana y el juego se detuvo por un momento.
—Piti piti pon. ¿Me quito la blusa o el pantalón?—dijo la chica en un esfuerzo de llamar la atención y ser graciosa.
—Cállate Marianna—continuó Chris— Estás retrasando el juego.
Tuve que reírme, se nota que son hermanos. Aunque si Zabdiel me mandara a callar de esa forma se llevaría una trompada bien dura.
—Okay okay. Que pesados son, no me dejan ni hacer un poquito de show.
Yo creo que la dejamos hacer demasiado show, pero bueno... Sin decir nada más comenzó a desabotonarse los shorts de mezclilla y cuando los tres botones estuvieron fuera dejó que cayeran al suelo.
Abrí los ojos como platos, y pude notar que Erick también lo hizo. La blusa que mariana tenía puesta había resultado ser un bodysuit de esos que se abotonan entre las piernas así que estaba frente a nosotros desnuda y con la mitad de su entrepierna expuesta.
Me quedé muda, sus firmes nalgas redondas estaban completamente a la vista y para rematar se podía ver la mitad de la entrada de su pubis no completamente afeitado. Christopher y Richard estaban riendo y ella les seguía la rima como si no le diera ninguna vergüenza.
Voltee a ver a brother que estaba sentado a mi derecha, pero no parecía incómodo. Se paró de la silla para darle un par de nalgadas y luego volvió a su lugar sin más.
Christopher volvió a repartir las cartas. Esta vez perdió Zabdiel que se quitó la camiseta sin ningún reparo. La verdad, abrí la boca porque me lleve toda una sorpresa. Estaba aún mejor de lo que yo recordaba, me alegro mucho por él. De hecho, la última vez que lo vi sin camisa fue...
La última vez que vi sin camisa a Zabdiel fue algo un poco confuso. Era de noche, tarde ya en la madrugada y yo aproveche para mirarme las tetas en el espejo y pintarme los labios de rojo como siempre hago. Ese día me gustó tanto lo que vi que terminó excitándome y... bueno tuve que tocarme. Cuando terminé me puse solo una camiseta porque no pensé que nadie fuera a estar despierto a esa hora y camine en bragas hasta el baño. Cuando abrí la puerta le vi sentado en el inodoro haciendo el dos, fue muy incómodo. Pero más incómodo aún fue saber que él me vio en bragas y que para colmo tenía olor a corrida femenina.
Como tenía que usar el baño me quede esperando detrás de una pared a que saliera y cuando lo hizo en vez de seguir el camino a su habitación tomó el de dirección a la cocina que era donde yo estaba. Como no, chocamos y caí al suelo, con las piernas abiertas y las bragas mojadas. No sé si se dio cuenta pero... lo más probable es que si. Me dio la mano, me levantó del suelo y yo corrí al baño. Nunca más hablamos de aquello y hemos vivido como si jamás hubiera pasado.
Seguimos jugando. Esta vez gané yo, ya se me había pasado la desconcentración de ver el abdomen de Erick, primero perdió Chirs y luego Richard, luego Richard otra vez, luego Chris y después de nuevo Chris. Zabdiel me estaba animando porque no tenía piedad con ellos. Estaba en una racha o como diría el juego: This player is On fire. La próxima vez perdió Mariana y pasó lo que más me temía... bueno no, lo que más temo es que me pase a mi.
Tuvo que desnudarse.
Pensé que haría algún show de los que a ella le gustan pero no, lo hizo rápido porque esta vez si que parecía estar bastante apenada. Su entrepierna cubierta por una fina capa de vellos quedó a la vista y la seguía su abdomen plano. Después sus tetas pequeñas que miraban al cielo con unos pezones grandes y rosados. Cuando se dio la vuelta pude ver su gran culo y como sus labios vaginales asomaban en el medio.
—Que rica estás—le dijo Zabdiel y le dio una nalgada.
Ella sonrió apenada y tomó asiento. Pero ya no servía de nada, hiciera lo que hiciera sus chichis ya estaban a la vista de todos.
Pude ver miradas lascivas de todos los chicos, pero supongo que es normal, incluso yo sentí un hormigueo allá abajo cuando la vi completamente desnuda.
Seguimos jugando, el siguiente en perder fue Chris, en la primera tuvo que quitarse la camiseta y en la segunda el pantalón. Cuando se lo quitó nos dejó a todos pasmados con el bulto que se le marcaba.
—Noooo Chris eso es asqueroso man—dijo Richard sentado a su lado.
—Es mi hermana pero siguen siendo tetas.
Wow, en serio, que excusa más estúpida.
—Está bien, está bien. Lo entiendo—dijo Mariana como si no fuera un gran problema.
Al parecer era yo la única que veía esta situación como una completa locura, porque todo el mundo actuaba con la más absoluta normalidad.
seguimos jugando, yo gané y Richard perdió y se vio obligado a quitarse la camiseta. Eso sí que eran pectorales. Mis labios se separaron para formar una o cuando vi como su camiseta roja se desprendía de su cuerpo, la forma en la que se le marcaba la tableta y como esos tatuajes se ceñían a su piel. Comencé a sentir calambres en la parte baja del estomago. Quizá lo mire demasiado porque me pilló y me dedicó una sonrisa encantadora. No pude evitar ruborizarme.
Teníamos que seguir jugando, pero antes Richard propuso una nueva regla. Al parecer yo las estaba ganando todas porque estaba muy sobria. El que no se bebiera su vaso de licor antes de que acabara la partida también perdería y pagaría con una prenda. No quise oponerme porque todo el mundo aceptó así que tomé mi vaso, aguante la respiración y me bebí todo el alcohol de un tirón.
Que continúe el juego.
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