Strip Poker 05 Esto me va a doler más a mi que a ti

05 Esto me va a doler más a mi que a ti



Zabdiel casi se gira a darle un bofetón.

—Está bien—le dije— Es solo un juego.

—No tienes que hacer esto Sis

—Lo sé brother solo... hagámoslo. Quiero seguir jugando.

—Bien—me dijo. Esto me va a doler más a mi que a ti.

Estábamos sentados uno junto al otro así que no tuvimos que movernos mucho. Lo miré directamente a los ojos aterrada, pero él me miró con una tranquilidad espontánea y una sonrisa. Le sonreí de vuelta.

Sus manos se deslizaron hacia mi espalda. Tenía las manos frías y a medida que avanzaba se me ponía la piel de gallina. Finalmente llegó al cierre de mi sujetador y lo abrió lentamente. Sé que podría haberlo hecho en cuestión de segundos, pero su intención era que el tiempo pasara más despacio. También era la mía.

Una vez los tres cierres estuvieron sueltos agarro las tiras y las deslizo poco a poco hacia abajo por mis hombros. El sostén comenzaba a caer y mis tetas a asomarse. Luego agarró las copas y dio un jalón que arranco totalmente el sujetador de mi piel cayendo al suelo.

Mis grandes y oscuros pechos quedaron a la vista. Me sentí expuesta, pero también muy excitada, él se relamió los labios y no tardó en cogerlos con las manos. Primero los tomo suave, pero yo simplemente por sentir sus manos estaba hecha ya un charco.

Comenzó a apretar mis pechos suave, como si los estuviera explorando, despacio, sintiendo como son suaves y como son tan grandes que no le caben en las manos. Luego me dedicó una mirada pidiendo aprobación y yo se la di. Comenzó a jugar con mi pezón izquierdo, apretándolo, y pellizcándolo suavemente. Tuve que esforzarme para contener los gemidos. mire al techo. Esto es más de lo que puedo aguantar.

Su otra mano también comenzó a apretar el pezón derecho, con más fuerza. era exquisito, era un placer que no pensé sentir jamás. Comencé a sentir un hormigueo peligroso entre las piernas. Me había tocado y corrido muchas veces pero esto era completamente nuevo, sino lo detenía ahora no sabía que podía pasar.

—Creo que...

—Que está muy aburrido—dijo Mariana—eso no es nada comparado con lo nuestro.

—Tienes razón—dijo Chirs—aún queda un minuto y medio. Chúpale las tetas.

—¿Qué?—pregunté.

Pero Zabdiel tenía intención de hacer lo que ellos decían. Inclinó la cabeza y con sus labios atrapó mi pezón derecho mientras amasaba mi pecho izquierdo. Me retorcí de placer ante el tacto de su lengua. Estaba en el mísmisimo cielo.

La posición era incómoda, así que tuvo que acercarse más y cuando lo hizo perdió el equilibrio y tuve que aguantarse de mi pierna. Sus dedos se aferraron a mi muslo y poco a poco, tan lento que no pude siquiera sentirlo subieron hasta que la palma de su mano quedó contra mi entrepierna. La electricidad que sentía se multiplicó por cinco cuando mordisqueó mis pezones al tiempo que deslizaba a un lado mis bragas para tocarme el clítoris con el pulgar.

Di un salto. Nunca había estado tan despierta pero tan viva en mi vida. Mi corazón latía más deprisa que nunca. Le dediqué una mirada y él me la devolvió, pero no podía reconocerlo. Ese no era mi hermano, era el chico que había estado follando con Mariana, era un caliente de mierda.

—bro..brother

Aparto la braga a un lado sin ningún pudor y deslizo los dedos por todo mi sexo. No lo pude aguantar más estaba a punto de correrme cuando.

—Tiempo—dijo Chris—se acabó.

Y sin decir nada se retiró y yo me incorporé en mi asiento y cerré las piernas. Mire al frente y vi a Erick, se estaba tocando, muy rápido. Estaba tan concentrado en mis tetas que ni siquiera se percató de que le estaba mirando.

—No fue para tanto—dijo Mariana—siguiente ronda por favor.

Seguimos jugando y por milagro de dios no perdí. El ganador fue Erick y los perdedores Chris y Richard. No tenía ni idea de que castigo le iban a poner porque a Richard todavía le quedaba el boxer cuando Erick dijo.

—Chris, sácale el boxer y chupásela. 


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