Profesor de Matemáticas
1
Abro los ojos. ¿Qué hora es?
Supongo que ya tarde. Me quede dormida sobre el libro y creo que lo he manchado un poquito de baba.
—pip pip pip
Esa debe de ser mi alarma; si es la primera debe ser temprano para mis clases de Matemáticas, si es la última ya puedo correr.
----Quince minutos más tarde---
Llevo el pelo suelto porque si me paró a peinármelo jamás llegaré a tiempo. Deje la habitación hecha un desastre, con ropa encima de la cama y en la silla del montón. Ahora voy bajando las escaleras de dos en dos porqulkdlnvkhijhghgfr
<<Auch>>
Caí de plano al suelo y me golpee el trasero. <<Solo a mí me pasan están cosas>> levantó la vista.
Madre mía, que vergüenza; mi madre, mi hermana mayor, un chico que no conozco y al parecer sus padres están en el salón.
Me llevo las manos a la nuca y sonrió. Mi hermana niega al ver que mi madre se lleva una mano a la frente. El chico se acerca y muy gentilmente me tiende la mano, se la acepto y me pongo de pie en un santiamén. Todavía me duele el trasero.
—Hola—me dice sonriendo.
—Hola—respondo confusa y apenada, no tengo idea de quién es.
—Tn, te presento a Jungkook. A partir de hoy será tu profesor de Matemáticas.—dice mi madre
—¿Qué?
Él sonríe y me quedo sin habla. ¿Por qué tiene esa sonrisa tan bonita? Y esa cara de seductor.
— porque quién mejor para darte clases que alguien que también este estudiando.
—claro que si—responde su madre.—Tn, Jungkook estaba esperando conocerte; ¿no es cierto cariño?—asiente.
—Ehm... yo... esto, pensaba que las clases serían en su casa.
—Iban a ser allí; pero te demoraste tanto que Jungkook y sus padres vinieron a ver si estabas enfermas o te había ocurrido algo malo. —dice Vivi (mi hermana), "le agradezco que no haya ido a despertarme".
—de hecho ahora mismo no me encuentro muy bien. Y ayer en la noche hacía frío y creo que—finjo que tengo toz—además la garganta...
—Tn—dice Jungkook un poco serio —no te excuses, todo está bien con nosotros. Si no hay nada más que decir me gustaría no perder ni un segundo más de clases.
—lo siento—bajo la cabeza.
—un jovencito decidido—dice mi madre y bajo aún más la cabeza. Me avergüenza. Vivi suelta una carcajada
—les he despejado el estudio para que se pongan a estudiar.
—Muchas gracias—dice él, coge un maletín con sus cosas y me indica con la cabeza que lo guie.
Tardo un momento en captarlo pero finalmente comienzo a andar.
Es mono, pero es muy raro. No veo ese maletín de negociante correspondiente con su edad, además de su vestimenta. Esa camisa blanca le queda muy sexy; pero parece un profesor de verdad.
Entró en el estudio y me sigue; tomo asiento, él cierra la puerta y luego pasa el seguro.
—¿por qué has hecho eso?
—solo quiero asegurarme de que nadie afuera pueda molestarnos.
Asiento un poco confusa.
<<Si estuviéramos tú y yo en mi habitación sí que me aseguraría de que nadie afuera pueda molestarnos>>. Me muerdo el labio inconscientemente.
—¿Podemos comenzar?—me mira levantando una ceja. Sonrío.
—claro.
2
—¿Qué tal estás en matemáticas?—pregunta.
Pues veamos. Así haciendo memoria en mis evaluaciones parciales la nota más alta que tengo es de tres puntos cuando el total sería diez. He suspendido las siete últimas pruebas. Me han expulsado de clases más veces de las que puedo contar por llamar calvo al profesor; de lo último que me acuerdo es de.... De.... Que va, no me acuerdo de nada. Y no estaría tan segura de saber cómo clasificar a los triángulos. (Anda, me acuerdo de algo).
—Tn, te hice una pregunta.
—claro, ¿qué tal estoy en matemáticas?
—¿y?
—bien, ¿bien? Si, la verdad bastante bien.
—me alegro—<<y yo me alegro de que tú te alegres bombón>>.
Hasta ahí fue la diversión. Después saco del maletín de bancario un libro gordísimo; debe tener más páginas que la Biblia. Cuando le pregunte cuál era respondió que el libro de matemáticas de mi curso.
Sé que me dieron uno al comenzar el año; pero ya no tengo ni la menor idea de donde está. Quizá lo utilice alguna vez para matar un bicho.
Acto seguido me indico un pequeño test; tenía que hacer los ejercicios número cuarenta y ocho y cuarenta y nueve de la página cuatrocientos uno.
Ya estaba perdida; no podía indicarme el ejercicio uno o el dos. No, El cuarenta y nueve; eso tiene pinta de ser muy difícil.
Aún así abrí el libro. Al ver el ejercicio se me paso el susto. Era cortito. Dije: Tn, puedes hacerlo, hasta que después de escribirlo me dediqué a hacer el primer paso:
Sen2x—(tan185˚+cos90)-cscx
_______________________________=2
(〖cosx2〗^2-1)
—mmm Jungkook; aquí debe de haber algo mal.
—¿por qué?
—no entiendo como todas esas letras pueden ser iguales a dos.
—dijiste que estabas bastante bien.
—ya... mentí.
—puedo darme cuenta.
Se pone de pie autoritario. Lo que no sabe es que eso me pone mucho. Se coloca detrás de mi. Quiero que me abrace, pero no lo hace. <<Claro que no lo hace>>
—Estas son razones trigonométricas, el seno es.... —Sigue hablando, pero lo único que yo puedo sentir es su cuerpo próximo al mío que desprende un calor exquisito. Sus labios dan paso a su voz dulce. Debería voltearme y besarlo. Debería, debería... —¿puedes hacerlo sola?
—te digo lo que quieres oír o te digo la verdad
—la verdad.
—deje de escucharte cuando dijiste trigu...trigo...trigue...
—¡trigonometría! —hasta cuando me alza la voz se ve sexy.
—eso, trigonometría.
—última vez que te lo explico, el seno es...
Y ahí se volvió a acabar la diversión; tuve que hacer muchos ejercicios, pero al menos aprendí que es el seno y que el coseno. <<Me preguntó que pasará si le enseñó mis senos>> me río mentalmente.
Muy a pesar tuve que despedirlo después de unas dos horas.
------Dos horas y treinta minutos más tarde-----
Bostezo. Que día tan aburrido; ya termine de leerme las últimas veinte páginas del libro. No sé en qué momento me quede dormida sobre él, pero la verdad es que estaba muy enganchada.
<<Pío Pío>>
Es mi teléfono, un mensaje. Seguro es mi mejor amiga Dani.
—hola Daniel.
—hola Bella, hermosa, preciosa. ¿Qué te parece si salimos hoy en la noche?
—un domingo. Estás loca si crees que mi mamá me dejará ir.
—tienes razón bella. Bueno, ¿me cuentas algo nuevo?
—la verdad si, ya que sabes tanto de hombres quiero que me des un consejo sobre uno. Quiero. Quiero que sea mío. Te cuento....
3
Llegué prácticamente corriendo del colegio, me di una ducha y eche a Vivi de casa. Quiero estar sola. Por fin, por fin llegó el momento de usar eso.
Me la pongo y wow. No creo que pueda resistirse a mi hoy. Es una camiseta negra, pero realmente corta, que deja mis senos muy a la vista. Nunca me la pongo por esta razón; pero no pienso salir de casa hoy. Así que es una buena ocasión. La combino con una falda sencilla blanca y muy ceñida; deja mis piernas a la vista; pero quiero parecer una niña buena y no una zorra así que me hago dos coletas.
<<Perfecto, me veo angelical>> (mi subconsciente me dice que me veo como una puta)
Llaman a la puerta; estoy entusiasmada, pero bajo las escaleras de una en una con tranquilidad, por si acaso. Cuando abro me quedo pasmada.
¿ Dónde está el niño bueno de su madre con el maletín de accionista que le daba un toque tan autoritario e imponente?
Este que está al otro lado de le puerta es su hermano gemelo rebelde; tiene puesta una bandana negra en la cabeza que le hace el pelo precioso, un pulóver blanco que me deja ver el musculo de sus brazos y un pantalón deportivo. Es aún más sexy. Me encanta.
Me muerdo los labios si todo sale según Dani y yo lo planeamos van a suceder cosas fuertes aquí hoy.
-que cambio-sonrió y lo repaso con la mirada. No me importa ser tímida. Me lo quiero comer.
-es que acabo de salir del gimnasio; he vuelto a empezar.
-¿todas las clases van a ser después del gimnasio?
-si-<<¡bien!>>-¿por qué preguntas?
-Nada en especial-mi sonrisa lo dice todo.
-también te ves muy bien hoy.
-gracias, pero no he dicho nada de que te veas bien.
-lo di por hecho.
-No pongas palabras en mi boca -<<mejor pon otra cosa>>
Sonríe. Me aparto para que pueda entrar y camino delante suyo a ver si se entretiene mirándome. Esta vez cuando estamos en el estudio soy yo quien cierra la puerta y pasa el seguro. Para que nadie de afuera pueda molestarnos.
-pero si no nadie en casa-me dice.
-Por si acaso-sonrío y tomo asiento. Él me sonríe de vuelta.
-empecemos hoy por...
-Antes de empezar-le interrumpo y se extraña-tengo que admitir que no soy muy buena en matemáticas (soy pésima) y me gustaría probar un método que creo que me va a animar.
-¿de qué se trata?
-por cada logro que consiga, debes darme una recompensa. ¿Qué te parece?
-aprobar los exámenes no es suficiente.
Me río-deberías saber que eso no es suficiente para mí.
-cierto-sonríe coqueto; definitivamente no es el mismo de ayer-¿qué quieres a cambio?
-Antes quiero estar segura de algo.-alza las cejas- ¿puedo pedir cualquier cosa?
Me mira incrédulo. No tiene ni idea
-pospuesto, así será más divertido -dice y tiene toda la razón. #Pretend que sea muy divertido.
-entonces te diré cuando llegue el momento justo.
-una mujer misteriosa-sonríe-que interesante.
Lo miro fijamente, es decir, miro fijamente a sus labios, mientras se acerca y me da la explicación de los ejercicios que vamos a hacer hoy.
-------------1h y 45 minutos más tarde---------
¡Nada! ¡Nada! Mierda, nada lo he intentado. Le he atendido. Putos senos y cosenos. Lo estoy intentando; pero ninguno de los ejercicios resulta correcto.
He quedado como una estúpida, pretendiendo parecer sensual y misteriosa cuando ni siquiera puedo hacer un ejercicio bien. <<Maldita sea>> quiero mandar a volar todos estos libros.
-¡mierda!
-Tn, tranquila no son sencillos.
-apuesto a que para ti lo son-no aguanto más; una lagrima escapa de mis ojos.
-No llores por favor-se acerca, me seca la lagrima con delicadeza con la punta de los dedos y sostiene mi mano con el lápiz en el interior- ¿qué hemos aprendido del seno al cuadrado?
-Es el coseno al cuadrado-tengo la voz temblorosa.
-¿y?
¿y qué? ¿Qué más quiere que le diga?
-oh, espera; menos uno.
[Sen^2=cos^2-1]
Sonríe y dice que lo he hecho muy bien. Enseguida borró todo y me concentro. ¡Vamos Tn, puedes sacarlo! ¡Vamos Tn! Seno, coseno, equis, ye, no son rivales para mí.
-Listo, terminé, por favor dime que lo he hecho bien.
Le entrego el cuaderno y espero con ansias que lo diga. Por favor, cruzo los dedos bajo el escritorio y me muerdo el labio. Ya me estoy quedando sin tiempo y no puedo haberme vestido tan increíble por nada.
-Tn-dice con voz de decepción-me temo que no.
Mierda, mierda; ya lo hice mal. ¿Por qué no puedo ser inteligente por una vez?
-me temo que no...tengo otra alternativa que hacer lo que me pidas porque lo has has hecho bien. El resultado es correcto.
-¡bien!
Me pongo de pie eufórica. Él hace lo mismo y me abraza. Maravilloso trabajo en equipo.
Entonces, caigo en cuenta de que me está abrazando y me paralizo.
Es ahora o nunca, mis ojos se encuentran con los suyos y sus manos están alrededor de mi cintura así que me colocó de puntillas y acerco suavemente mis labios a los suyos.
Estoy en el cielo; su boca se funde con la mía, como si estuvieran danzando juntas y sus manos se aferran a mi cintura.
Llevó las manos a su pelo, juego con él y caminamos hasta que me apoya en la pared. Termino con su boca y voy a besarle el cuello pero me aparta suavemente.
<<Me...me....¿me acaba de apartar?>>
No le gusto. Mi cabeza da vueltas. No le gusto, no le gusto. Acaba de rechazarme. Los ojos se me llenan al instante de lágrimas. No le gusto. Todo era mi ilusión.
-Creo que es mejor que la clase acabe aquí-dice y se dispone a guardar todos sus libros en la mochila de una sola asa.
Yo me quedó en el mismo lugar, mirando al suelo; confundida, queriendo llorar. Mierda, he arruinado todo; seguro que nunca más va a venir a darme clases y la verdad es que estaba aprendiendo con él.
Lo acompaño en silencio hasta la puerta. Está por irse, pero antes tengo que decirle que lo siento.
-Jungkook, yo..., yo...
-Se me olvidaba-dice-estúdiate de la página quinientos uno a la quinientos veinte seis. Es lo que estudiaremos mañana y estoy segura de que te saldrán bien muchos más ejercicios.-me guiña el ojo y se marcha con prisas.
Bah, Esas son un montón de páginas.
¡Espera! Si es lo creo que es... si es....si es... Es lo que creo ¡si, si!
Le gusto. Le gusto. Quiere que se repita otra vez.
Tengo que llamar a Dani y darle las gracias. Hoy dormiré feliz
4
El primer ejercicio del día fue correcto.
Como no, si estuve leyendo y repasando las páginas como una loca toda la noche hasta quedarme dormida también sobre el libro de matemáticas.
Le pedí que me besara y accedió de buena gana. Sus labios dulces saben a maravilla; tengo unas ganas inmensas de que besen todo mi cuerpo.
Dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho ejercicios mal.
Tampoco soy un haz como creía (o como me obligué a creer), pero el siguiente fue correcto. Esta vez besuque su cuello sin control mientras él me sujetaba de la cintura.
-¿qué te parece si nos saltamos los siguientes ejercicios?
-de acuerdo, "profe"
Me pone demasiado cuando lo llamo así. También me besa el cuello con pasión. Da un pequeño mordisco y suelto un chillido. Me coge del trasero, me carga y me apoya contra la pared. Su boca se desliza hacia abajo hacia la parte de mis pechos que esta camiseta blanca deja a la vista. No tardo en quitármela y quedarme en sujetador. Estoy más que excitada. Su boca recorre mi abdomen y sus manos desabrochan el sostén con facilidad.
Enseguida va a por mis pechos, los toca tan suavemente que me provoca gemido; los masajea suave y dulcemente, depositando pequeños besos en los pezones.
Gimo y me encuentro con su sonrisa antes de que lleve su boca a mis pechos y se detenga ahí por un rato. Todo lo que tengo que hacer es dejarme hacer, valga la redundancia; creo que toda la diversión se la está llevando él.
Después de que lamiera, apretujara y mordisqueara mis pechos descendió por mi abdomen acariciando mis piernas hasta llegar al interior. Me ayudó a quitarme la ropa de cintura para bajo y quedar completamente desnuda.
Su boca recorrió toda la piel de la parte interna de mis muslos hasta que se encontró con mi sexo. Antes que nada lo toco suavemente.
Gimo. No puedo aguantar.
Como odio que se haga el paciente. Sujeto su cabeza y la acerco a mi sexo. Dejo que mueva la lengua suavemente por todo mi sexo y que de besitos.
Mis piernas ya tiemblan, pero recién es que esto comienza. Su lengua se abre paso en mi sexo y lo lame de arriba abajo mientras yo gimo de placer.
Sus manos se aferran a mis piernas y a veces ascienden para tocar mi clítoris. Su lengua se centra sobre mis labios, lamiendo con esmero. Lamiendo hasta hacerme gemir.
No paro de temblar mientras su lengua se mueve en círculos por mi sexo y sus dedos acarician suavemente mi clítoris.
-Delicioso-dice y me dejo ir.
No puedo aguantarlo ni por unos segundos más. Gimo muy fuerte y me corro sobre su boca mientras el lame más rápido y sin parar. Mientras estimula mi clítoris con frenesí.
-ahhh, ahhh
Suelto un último grito agudo y hago que pare. Quiero dejarme caer sobre el suelo; pero me sostiene y me abraza mientras con sus manos dibuja la silueta de mi cuerpo.
Me encanta la forma en que sus manos recorren mi piel. Quiero que esto se repita cada día.
-¡Tn, estoy en casa!-grita Vivi desde fuera
. Rápidamente miro a Jungkook, lo beso y corro a vestirme.
Continuará...
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