BTS Strip Poker sin límite.

  

 



Strip Poker sin límite

01 Piloto

Labios rojo vino proactivo, absolutamente no. No soy una fulana como la Charlie esa, yo soy una niña de bien. Mejor un brillo liso casi imperceptible.

Todos abajo están esperando por nosotras, bueno en realidad por ella. Porque ella es tan sexy y perfecta y yo la odio tanto.

—¿Qué te parece Tanya? ¿A qué estoy tremenda? Estoy segura de que Jimin va a querer follarme en cuanto me vea.

Abro los ojos como platos. ¿Qué le pasa?

—Oops lo siento—dice y se pasa las manos por el cabello rubio corto y sedoso—no debería haber hablado así de tu hermano. Aunque igual no es tu hermano de sangre so...

—Igual me incomoda un poco—le digo acariciándole el brazo de mi suéter de lana rosa.

Jimin y yo nos hemos criado juntos desde que teníamos yo nueve y el trece años. Muchísimo ha pasado desde entonces y ahora lo considero familia. Mi madre se caso con su padre y su matrimonio ha sido feliz durante todos estos año. Yo le llamo Brother y el me llama Sis, aunque todo el mundo se sorprende pues nuestra diferencia de color de piel es abismal. Yo soy negra, casi tan negra como la noche y él es tan blanco como la nieve

—Vale perdona Sis No más bromas sobre follar con tu hermanastro.

—Gracias—le digo con una media sonrisa que casi me cuesta la vida.

No me gusta nada esta chica para él. De todas las candidatas disponibles tenía que quedarse con esta. Una rubia inventada que le gusta enseñar en culo en short corto y ponerse blusas a la moda que yo nunca podría usar debido al tamaño de mis pechos. Y para rematar es una zorra de mucho cuidado, no tiene pudor y hace todo lo que se le viene en gana con descaro. El otro día le dio un beso delante mío. Como si no pudiera ver como se esfuerza por meterme la lengua en la garganta. Y ahora me llama Sis. ¿Se puede saber quién le ha dado permiso para eso? Sis y Brother as algo solo nuestro.

—¿De verdad vas a ir vestida así? Vamos a una discoteca, no a una iglesia.

Aprieto los puños para no gritarle. Yo soy así y me gusta. Llevo puesto un pantalón de mezclilla algo ancho y un suéter rosado de lana. Qué más da a donde vayamos, es de noche y hace frío, lo mejor es ir bien abrigada.

—Así estoy cómoda

—Sí pero. Ni siquiera te vas a pintar los labios de rojo. Combinarían genial con tu color de piel.

Bueno, eso es un hecho. Cuando mis padres se van a dormir a veces me paro frente al espejo desnuda y me pinto los labios de rojo. Lo que veo es una bomba sexual, piel brillante, cabello rebelde, labios provocativos, buenas chichis, cinturita y caderas. Sin embargo, prefiero esconder todo eso debajo de ropa holgada. Mi madre me ha educado muy bien y tengo que esconder mi cuerpo voluptuoso, porque sino mi padrastro o mi hermano Jimin podrían sentirse atraídos hacia mi.

—No gracias

—Que insulsa eres hija mía por dios. Si yo tuviera tus tetas usaría escotes todo el tiempo. Me iría a la discoteca y haría que todos se babearan por mi. Pero bueno, por lo menos diosito me bendijo con un buen culo.

Y en eso tenía razón. Ella tenía todo el culo que a mí me faltaba. Y como no, le encantaba lucirlo en sus shorts nalga afuera combinados con blusitas de cuello en V que dejaban a entrever el comienzo de sus pequeños senos. No sé como Jimin ha podido caer en las garras de una chica como esa.

—Como quieras Sis. Bajemos ya dale. Los chicos nos están esperando.

Hice una mueca cuando me llamó Sis, pero no se dio cuenta. Me tomó de la mano y me arrastró escaleras abajo.

Esta es la casa de mis padres, ella no debería sentirse como Pedro por su casa, es culpa de Jimin por darle tanta libertad. Nuestros padres se han ido de vacaciones a Hawaii y por primera vez no nos llevan con ellos. Ya cumplí los dieciocho así que ya no soy una niña. Ya no puedo sumarme a sus planes o como ella misma me dijo, estropearselos. Jimin por rebote también tuvo que quedarse en la ciudad, aunque claro él no tenía problemas, de hecho estaba muy contento de pasar unos días a solas con su novia.

—Tachan. Estoy lista—dijo Charlie modelando y haciendo esa mueca tan fea que todas las chicas que se creen bonitas hacen con los labios.

—Hermosa mi amor—dijo Jimin. Sin siquiera voltearse para verla ni prestarle atención. Él y Jin (el hermano de Charlie) estaban jugando una partida de Fifa en nuestra Play 5.

Sentado a una esquina del sofá estaba Taehyung. Mejor amigo de Jin y su compañero de cacería. Ellos dos juntos son el terror de las chicas del pueblo. Se rumorea que no queda una sola chica en toda la ciudad que no haya estado con uno de los dos. Excepto yo claro, porque yo no he estado con nadie... absolutamente nadie. Ni un mísero besito en los labios.

A su derecha está Jungkook. Tan bello como siempre y con esa sonrisa perfecta. Jungkook tiene ojos negros y es el más joven de los amigos de mi hermano. Tiene mi edad y aunque compartimos algunas clases juntos no nos llevamos tan bien. ¿Por qué? Porque cada vez que lo veo se me acelera el corazón y se me duerme la lengua. Me gusta tanto y en vez de coquetearle lo único que hago es evitarlo. El otro día me preguntó qué día era mi cumpleaños y le dije que a las siete y cuarto. Debe pensar que soy estúpida.

—Hellouuuuu—dijo Charlie parándose en frente del televisor y automáticamente recibió abucheos y gritos por parte de los chicos para que se quitara de en medio.

No pude evitar hacer otra cosa que soltar una risita.

—¿Qué están haciendo? Me estaban apurando para que me maquillara rápido y ahora son ustedes los que no están listos.

—Demoraste mucho flaca—le dijo su hermano sin desviar la mirada de la pantalla.

—No fui yo, fue Tanya—Abrí los ojos como platos.

Me sentí atacada y expuesta, aunque por suerte ninguno de ellos se volteo a verme.

—Yo...yo

Charlie se llevó el dedo a los labios y me guiñó el ojo. Cúbreme, susurró bajito y no tuve más remedio que encogerse de hombros.

—Si fui yo—dije poniendo los ojos en blanco y mirando al techo. Cuando bajé la vista note que Jungkook me estaba mirando.

En el momento en que nuestras miradas se cruzaron un escalofrío recorrió mi cuerpo. Él me dedicó una sonrisa y devolvió la vista al televisor. Mi corazón latía a cinco mil por hora.

—Obviamente no podía ser yo—siguió hablando Charlie— porque yo sólo tardo cinco minutos en arreglarme. Mi belleza natural es tanta que apenas necesito retoques.

Y luego se sentó en la esquina del sofá, entre Taehyung y Jungkook para terminar poniéndole una mano en la pierna a este último.

La quiero matar. ¿Por qué hace eso? ¿Sabrá que Jungkook me gusta?

—Nos iremos en treinta minutos—dijo Jimin—es lo que falta para que termine el juego.

—Bien bien, como quieran—asintió imitando mi gesto de poner los ojos en blancos y dejándose caer en el sofá. Al parecer a Taehyung le incomodó el gesto de la chica porque se puso de pie y se sentó en una silla.

Yo seguía aún de pie.

Estoy nerviosa, muy nerviosa, por primera vez soy lo suficientemente mayor como para ir a una discoteca, aunque tenga que ser escoltada por mi hermano mayor. Pero no importa, de seguro es emocionante.

Me siento en una silla junto a Taehyung, que ni siquiera se voltea a mirarme y enciendo mi teléfono. Lo primero que tengo es una alerta del tiempo. Se pronostican chubascos y tormentas para estas madrugadas.

—No quiero interrumpir tu juego brother—dije—pero creo que deberíamos irnos ya, puede que empiece a llover.

—Solo veinticinco minutos Sis. Solo veinticinco minutos.

Puse los ojos en blanco otra vez. Ojalá y el buen tiempo me acompañe.

02 La noche de Tanya

Treinta y dos minutos más tarde.

—Se los dije—gruñó Charlie. Pero no es verdad. La que se los advirtió fui yo.

Está lloviendo a cántaros ahí afuera. Adiós a mi noche de fiesta.

—Si si lo sé—dice Jimin molesto. Ha perdido la partida así que tiene esa vena marcada en la frente.

—No te enfades conmigo bolita mía—dice ella y le da un beso. Otra vez justo delante de mi cara. Que bonito es el amor.

—La moto está a cubierto—dijo Taehyung que acaba de llegar mojado junto a Jin.

Esos dos siempre andan juntos en una moto roja que no tengo ni idea de cual de los dos será porque siempre van juntos y en ocasiones conduce uno, en otras ocasiones conduce otro.

—¿Dónde podemos secarnos?—pregunta Jin.

—Hay toallas en el baño. Segundo cajón—Les respondo y se van.

Suspiró. No me voy a molestar. No me voy a molestar. Al final ni tan entusiasmada estaba... O sí, en realidad sí que lo estaba. Los ojos se me llenan de lágrimas. Yo solo quería salir un día, un día no era mucho pedir. Como se atreven a arruinarlo por solo unos minutos más de Fifa, literal pueden jugar eso todos los días.

—Mira lo que hiciste estúpido Sis está llorando—dice Charlie y todos se voltean a verme.

No puedo soportar la presión de su mirada, la de Jungkook y la de Jimin encima mío. Empiezo a llorar de verdad.

—Sis no llores.

Jimin corre hacia mí y me abraza. Me agarro fuerte a su pecho y dejo que mis lágrimas salgan. Sabía que la noche no podía ir bien cuando tuve que pasarme una hora encerrada en un cuarto con Charlie maquillándose.

—Es todo tu culpa—le gritó Charlie a Jimin y se colocó detrás de mí y acariciandome el cabello.

—No es mi culpa, cómo iba a saber que..

—Si no te la pasaras jugando todo el puto día. Me tiene más cansada la Play esa. Un día la voy a quemar.

—No te atreverías

—¡No me digas lo que no puedo hacer!

—¡Deja el berrinche Charlie!

—¡Cállate imbécil!

—No empieces por favor.

Yo seguía abrazada al pecho de Jimin como una hormiguita desprotegida, pero eso no les impedía a ellos gritarse de todo. Los oídos me zumbaban con cada insulto.

—¿Qué no empiece qué? Tú no me dejas hablar

—Te la pasas hablando

—Mentira, soy la persona que menos habla de esta habitación

Jaj. Me parto de la risa. Buena esa.

—¿Qué? Estás loca verdad.

—Loca estuve en el momento en el que acepté salir conti...

Boooom. Se escuchó un trueno, tan grande que me aferré a Jimin con más fuerza y Charlie tuvo que cerrar la boca. Acto seguido la luz se cortó.

—¿Qué está pasando?

Booom Booom Bommm sonaron otros truenos y Charlie dio un grito largo y luego me abrazó a mi para poder abrazarlo a él.

Boom Bomm Bang. Comenzaron a escucharse explosiones y desde la ventana se podían ver como luces brillantes del cielo hacían contacto con la tierra.

Jungkook que estaba sentado en el sofá se puso de pie a echar un vistazo.

—Han explotado los transformadores eléctricos—dijo— Y al parecer por la lluvia ha habido un corto circuito, pero no podría estar seguro.

—Traduce—dijo Charlie ya dejándome libre.

—Como mínimo un día entero sin corriente ni internet.

—¡¿Qué?!—preguntamos los tres a la vez. Esto tiene que ser una broma.

—No lo es. Así que mas les vale que sus teléfonos estén bien cargados.

Mierda. Mierda Mierda mi teléfono está como en veintiocho por ciento porque lo estuve usando mientras esperaba a que estos idiotas terminaran su partido.

—¿Eh, Qué pasó?— preguntó Jin que venía acompañado de Taehyung y alumbrando con la linterna de su celular.

—Un corto circuito—respondió Jungkook.

Lloviendo, sin luz y sin Wifi no hay mucho que se pueda hacer y para colmo es muy temprano. Son solo las 8:41 pm.

Puse mi teléfono en modo ahorrador de batería, busqué mis audífonos y me senté en una silla apartada y cerca de una vela. Por suerte mamá tenía unas cuantas velas y encendimos tres para guardar las otras cinco por si acaso la cosa duraba más de un día.

Charlie haciendo oídos sordos fue la primera que utilizó los datos móviles de su teléfono y también fue la primera a la que se le acabó la batería. Luego vino el teléfono de Jimin, que la chica utilizó para mirar posts de zapatos en Instagram, los celulares de Jin y Taehyung también murieron poco después. Los único que quedaban era el de Jungkook y el mío, aunque el mío ya estaba por llegar a 15% así que opte por dejar de usar música para ahorrar algo de batería.

—Que aburrimientoooo—gritó la rubia dejándose caer sobre el sofá. Si sigue dejandose caer con esa fuerza va a tener que comprarnos un sofá nuevo—Hagamos algo divertido.

—Podríamos contar historias de terror—propuso Jungkook.

—No, ni se te ocurra—intervino la rubia al momento—cualquier cosa menos eso.

—¿Por qué, te asustan?

—A mi no, a Tanya si. ¿No es verdad Sis, que me lo confesaste arriba?

Yo jamás le he dicho tal cosa. Pero nuevamente ella me guiña el ojo y nuevamente vuelvo a cubrirla.

—Si... me dan muuucho miedo—dije suspirando.

Taehyung al parecer se dio cuenta de que mentía y me dedicó una pequeña risita.

—Lo siento Tanya—se disculpó Jungkook— si lo hubiera sabido no...

—Vamos Sis—dijo Jimin parándose detrás de mí y poniéndome las manos en los hombros—Será divertido.

—Jimin deja a Sis en paz. Si le da miedo le da miedo. Punto. Hagamos otra cosa.

—Podríamos jugar al Strip poker—dijo Jin y todos nos volteamos a mirarlo.

—¿Jin te volviste loco o qué?—preguntó Taehyung con una sonrisa de oreja a oreja.

—No tenemos nada más que hacer y el juego es divertido. A no ser que..

—Es una buena idea—dijo Charlie con una sonrisa que desapareció en cuanto se encontró con la mirada de Jimin— bueno al menos es mejor que lo del terror.

—No voy a jugar a un juego de encuerarse—dijo brother.

—Tu no juegas porque eres malísimo a las cartas—intervinó Taehyung y él y Jin comenzaron a reírse. Jungkook también lo hizo e incluso Charlie poco después.

—Bien. Acepto el juego. Los voy a hacer picadillo.

Que provocación más básica, pero había caído totalmente por ella. A veces se me olvida que los hombres todavía son seres primitivos.

—Yo también juego—dijo Charlie

—Y yo dijo Jungkook.

—Bien—comentó Jin—solo falta...

Y entonces todas las cabezas se voltearon en dirección a mi. Yo, Tanya, la chica sentada en una silla con los audífonos aún puestos aunque no estuviera escuchando ya nada.

—No, ella no juega—dijo Jimin de una.

—Si mejor no, todavía es una niña. Sis porque no vas arriba a tu cuarto a ver una película o algo, esto es cosa de adultos. —dijo Charlie.

La sangre me hirvió por un momento. Estoy harta de esta chica ¿Cómo se atreve? Ya yo soy una adulta, tengo dieciocho años.

—Jugaré—dije.

y Jimin dio un salto y se acercó a mi molesto.

—No, no jugarás.

—No puedes impedirmelo, soy una adulta.

—¿Qué pensaría mamá si le digo que...

—¡Al diablo con mamá!—gruñí— Ya soy una adulta. Si te digo que jugaré es porque jugaré.

03 Charlie se desnuda

En cuestión de segundos ya estábamos todos alrededor de la mesa circular del comedor. Jimin había ido a por las cartas y Taehyung y Jin trajeron dos botellas de licor que tenían escondidas en la moto para algún evento como este. Yo traje el hielo de la nevera y los vasos de plástico. Taehyung sirvió tragos para todos y aunque no quería no tuve más opción que aceptar porque no quería que Charlie se burlara de mi.

No sirvió de nada. Se burló de todas formas.

—Ahw, que linda Sis al final si que vas a probar tu primer trago de alcohol esta noche.

Sonreí, no le dije nada y me di un sorbo largo. Ojala y el alcohol sea como dicen. Ojala y me de valor para hacerle frente.

—¿Todos conocen las reglas verdad?—preguntó Jin y asentí.

No soy una excelente jugadora de poker, pero al menos sé cómo hacerlo. Cuando era pequeña solía jugar al Texas Holdem en la vieja computadora.

—Bueno. Empecemos.

Una vez servidas las bebidas se repartieron las cartas. Yo tenía ocho prendas de vestir así que me sentía bastante tranquila: Llevaba el suéter, el brasier, las bragas, el pantalón, medias y zapatillas. Tenía que perder bastantes veces antes de quedar expuesta. La pobre o no tan pobre Charlie solo llevaba un short, su camiseta y yo espero que por favor tenga al menos una tanga puesta.

Al principio todo fue de viento en popa. Lo importante no era ganar, sino perder. O sea, que las oportunidades que tenías de perder ropa eran de seis en uno. Nada mal. Como mencioné antes ya tenía alguna experiencia en el juego así que pase las pres primeras rondas sin perder nada, al contrario de Jimin que sí que era malo para las cartas que perdió sus dos zapatillas y Jungkook que perdió una de las suyas.

El juego era divertido, a veces ganaba yo, a veces Jin, aunque la mayoría de las veces ganaba Taehyung, parece que de verdad tenía talento para contar las cartas. Jimin y Jungkook siguieron perdiendo, Jimin se quedó sin zapatillas y medias y Jungkook perdió tanto que tuvo que quitarse la camiseta. Charlie no perdía por cobarde, hablaba mucho, pero siempre prefería retirarse que arriesgarse al final.

Ver a Jungkook sin camiseta fue un momento revelador. No pude evitar ruborizarme y mirar su blanco abdomen a medio marcar. Sus ojos negros estaban apenados por ser el único ya semi desnudo, pero a mi me parecía de lo más atractivo.

Por estar perdida mirando el pecho de Jungkook perdí las tres próximas rondas. Ya había perdido, las zapatillas y las medias, así que ya solo me quedaba la ropa que llevaba encima. Luego perdió Charlie y el juego se detuvo por un momento.

—Piti piti pon. ¿Me quito la blusa o el pantalón?—dijo la chica en un esfuerzo de llamar la atención y ser graciosa.

—Cállate Charlie—continuó Jin— Estás retrasando el juego.

Tuve que reírme, se nota que son hermanos. Aunque si Jimin me mandara a callar de esa forma se llevaría una trompada bien dura.

—Okay okay. Que pesados son, no me dejan ni hacer un poquito de show.

Yo creo que la dejamos hacer demasiado show, pero bueno... Sin decir nada más comenzó a desabotonarse los shorts de mezclilla y cuando los tres botones estuvieron fuera dejó que cayeran al suelo.

Abrí los ojos como platos, y pude notar que Jungkook también lo hizo. La blusa que Charlie tenía puesta había resultado ser un bodysuit de esos que se abotonan entre las piernas así que estaba frente a nosotros desnuda y con la mitad de su entrepierna expuesta.

Me quedé muda, sus firmes nalgas redondas estaban completamente a la vista y para rematar se podía ver la mitad de la entrada de su pubis no completamente afeitado. Jin y Taehyung estaban riendo y ella les seguía la rima como si no le diera ninguna vergüenza.

Voltee a ver a brother que estaba sentado a mi derecha, pero no parecía incómodo. Se paró de la silla para darle un par de nalgadas y luego volvió a su lugar sin más.

Jin volvió a repartir las cartas. Esta vez perdió Jimin que se quitó la camiseta sin ningún reparo. La verdad, abrí la boca porque me lleve toda una sorpresa. Estaba aún mejor de lo que yo recordaba, me alegro mucho por él. De hecho, la última vez que lo vi sin camisa fue...

L última vez que vi sin camisa a Jimin fue algo un poco confuso. Era de noche, tarde ya en la madrugada y yo aproveche para mirarme las tetas en el espejo y pintarme los labios de rojo como siempre hago. Ese día me gustó tanto lo que vi que terminó excitándome y... bueno tuve que tocarme. Cuando terminé me puse solo una camiseta porque no pensé que nadie fuera a estar despierto a esa hora y camine en bragas hasta el baño. Cuando abrí la puerta le vi sentado en el inodoro haciendo el dos, fue muy incómodo. Pero más incómodo aún fue saber que él me vio en bragas y que para colmo tenía olor a corrida femenina.

Como tenía que usar el baño me quede esperando detrás de una pared a que saliera y cuando lo hizo en vez de seguir el camino a su habitación tomó el de dirección a la cocina que era donde yo estaba. Como no, chocamos y caí al suelo, con las piernas abiertas y las bragas mojadas. No sé si se dio cuenta pero... lo más probable es que si. Me dio la mano, me levantó del suelo y yo corrí al baño. Nunca más hablamos de aquello y hemos vivido como si jamás hubiera pasado.

Seguimos jugando. Esta vez gané yo, ya se me había pasado la desconcentración de ver el abdomen de Jungkook, primero perdió Chirs y luego Taehyung, luego Taehyung otra vez, luego Jin y después de nuevo Jin. Jimin me estaba animando porque no tenía piedad con ellos. Estaba en una racha o como diría el juego: This player is On fire. La próxima vez perdió Charlie y pasó lo que más me temía... bueno no, lo que más temo es que me pase a mi.

Tuvo que desnudarse.

Pensé que haría algún show de los que a ella le gustan pero no, lo hizo rápido porque esta vez si que parecía estar bastante apenada. Su entrepierna cubierta por una fina capa de vellos quedó a la vista y la seguía su abdomen plano. Después sus tetas pequeñas que miraban al cielo con unos pezones grandes y rosados. Cuando se dio la vuelta pude ver su gran culo y como sus labios vaginales asomaban en el medio.

—Que rica estás—le dijo Jimin y le dio una nalgada.

Ella sonrió apenada y tomó asiento. Pero ya no servía de nada, hiciera lo que hiciera sus chichis ya estaban a la vista de todos.

Pude ver miradas lascivas de todos los chicos, pero supongo que es normal, incluso yo sentí un hormigueo allá abajo cuando la vi completamente desnuda.

Seguimos jugando, el siguiente en perder fue Jin, en la primera tuvo que quitarse la camiseta y en la segunda el pantalón. Cuando se lo quitó nos dejó a todos pasmados con el bulto que se le marcaba.

—Noooo Jin eso es asqueroso man—dijo Taehyung sentado a su lado.

—Es mi hermana pero siguen siendo tetas.

Wow, en serio, que excusa más estúpida.

—Está bien, está bien. Lo entiendo—dijo Charlie como si no fuera un gran problema.

Al parecer era yo la única que veía esta situación como una completa locura, porque todo el mundo actuaba con la más absoluta normalidad.

seguimos jugando, yo gané y Taehyung perdió y se vio obligado a quitarse la camiseta. Eso sí que eran pectorales. Mis labios se separaron para formar una o cuando vi como su camiseta roja se desprendía de su cuerpo, la forma en la que se le marcaba la tableta y como esos tatuajes se ceñían a su piel. Comencé a sentir calambres en la parte baja del estomago. Quizá lo mire demasiado porque me pilló y me dedicó una sonrisa encantadora. No pude evitar ruborizarme.

Teníamos que seguir jugando, pero antes Taehyung propuso una nueva regla. Al parecer yo las estaba ganando todas porque estaba muy sobria. El que no se bebiera su vaso de licor antes de que acabara la partida también perdería y pagaría con una prenda. No quise oponerme porque todo el mundo aceptó así que tomé mi vaso, aguante la respiración y me bebí todo el alcohol de un tirón.

Que continúe el juego.

04 Fuera Pantalones

Volví a ganar, pero el perdedor fue Jimin. me miró con cara de querer matarme, pero no tenía otra opción, era él o yo. Y definitivamente no iba a ser yo.

Se puso de pie y se bajó el pantalón. El también tenía una erección. Por el amor de dios el bulto de su pantalón era muy grande, pero bueno Charlie es su novia así que se le permite.

Seguimos jugando y el próximo en perder fue Jungkook, tuvo que quedarse en boxer. hasta ahora es el único de los chicos al que no se le marcaba nada. Aún así verlo en tan poca ropa me dejó atónita. No pude evitar ruborizarme cuando mi mirada se encontró con la suya. Quería esconderme debajo de una piedra. Para evitarlo me tomé mi vaso de licor de una pero de nada sirvió. Estaba muy nerviosa, él estaba sentado frente a mi y se me inclinaba hacia delante podía verlo del todo.

El nerviosismo y la bebida me traicionaron. Perdí la siguiente ronda. ¿Qué iba a hacer ahora? Todas las miradas estaban puestas en mí y ya no me quedaban medias que pagar. Trague en seco. Ayuda por favor.

—No tienes que hacer esto si no quieres—dijo brother acercándose a mí, tenía el aliento muy fuerte.

—Si Sis, mejor vete arriba—si Charlie no se mete conmigo ella no es feliz— ya fue suficiente ¿si?

—No. Quiero jugar—dije por acto reflejo—Y no me llames Sis, solo Jimin me llama así.

La rubia se quedó pasmada y Jin y Taehyung tuvieron que echarse a reír. Vi como Jungkook me sonrió e incluso hasta Jimin tuvo que aguantar las ganas de reírse.

.

—Bien—contestó ella—entonces paga con una prenda.

—Como si fuera la gran cosa—dije, me puse de pie y sin pensármelo me saque el suéter rosa por la cabeza.

Mis pechos quedaron al descubierto contenidos en el sujetador negro de encaje. Es el más bonito que tengo. También mi abdomen quedó a la vista, no es plano como el de ella pero se que es de lo más sensual. Me he visto frente al espejo.

—Dios mío—tuvo que decir Jimin mientras me miraba boquiabierto.

Ahora que lo pienso él nunca me había visto los pechos, ni siquiera una vez. Siempre tengo mucho cuidado de usar ropa holgada y resulta que ahora el alcohol me dio la valentía para exponerme de esta manera.

—Creo que tenemos una ganadora—dijo Taehyung y todos los chicos asintieron.

Pero a Charlie no le dio mucha gracia. Al parecer no era gracioso que los chicos alabaran mis grandes pechos comparándolos con los de ella.

—No miren tanto—dije y tome asiento—el juego continúa. Vamos

Y así fue, seguimos jugando y en la siguiente mano ganó Tae, pero hubo tres perdedores. Jin, Jungkook y Jimin todos tuvieron la mala suerte de perder bajo una escalera real. Fue una de esas jugadas épicas, que no se ve todos los días. Menos mal que me retiré a tiempo.

Los tres chicos se pusieron de pie y paso algo que... no se como describir. Jin fue el primero, se bajó el boxer y me quedé asombrada al ver como culebreaba su verga fuera de la tela de la ropa. De tamaño estaba excelente, aunque no hubiera visto nunca una, una buena polla se reconoce en cualquier parte. Jungkook fue el siguiente, la suya que antes estaba dormida ahora estaba bien dura y apuntaba en dirección a mi. Me puse roja como un tomate cuando lo note mirándome los pechos, mire hacia abajo y vi que uno de mis pezones asomaba con escapar de mi bra. Me apresure por corregirlo y él se sentó al instante con el rostro enrojecido. El último fue Jimin, tuve que tragar en seco, lo que menos esperaba era verle la polla a mi hermano, pero ahí estaba. Erecta y apunando también hacia mi, pero solo porque yo estaba en esa dirección. Él parecía apenado de que yo tuviera que mirar esa escena y desde tan cerca. Es que si daba tres pasos más me iba a cruzar con su pene en mi cara.

Taehyung desde su silla se reía de ellos. Definitivamente él y yo éramos los mejores jugadores. A él le quedaba el boxer y el pantalón y a mi el pantalón y las bragas.

Seguí bebiendo. Ahora me gustaba beber, ya no lo hacía como castigo y de vez en cuando de vez en vez desviaba mi mirada hacia el pene de Jungkook que por alguna razón se me hacía muy apetecible. También a veces se me iba la mirada al de Jimin, por más que intentaba evitarlo algo me decía. El pene de tu hermano está ahí, a unos pocos metros de ti.

Seguimos jugando, y mientras Jin repartía la segunda mano pude ver como Charlie por debajo de la mesa acariciaba la verga de brother con el pie, al él parecía gustarle porque cerró los ojos y sonrió. Me llené de furia. ¿Qué están haciendo? ¿En mi casa? ¿Y tan cerca de mi? Son unos desvergonzados.

Como ninguno de los dos le prestó mucha atención a la partida ambos perdieron.

—Bueno, hemos perdido—dijo Charlie—ya no tengo prenda que pagar así que ya me puedo retirar de este juego. Muy entretenido chicos pero Jimin y yo tenemos que ir arriba a.... a.... a coger.

Jungkook casi que escupe el licor que se estaba tomando y yo no pude evitar reírme.

—Ni se les ocurra matar el vibe. La noche está muy entretenida—dijo Taehyung.

—¿Por qué no les ponen un castigo?—propuso Jungkook.

—¿Un castigo como cuál?

—Hágalo delante de nosotros—dijo Jin y esta vez fui yo quien escupió el licor.

¿Qué? ¿Qué?

—Bueno—dijo Charlie encogiéndose de hombros.

Se puso de pie y se colocó a cuatro patas sobre la mesa. Dejando su sexo totalmente abierto y expuesto a la vista de Jungkook y Taehyung, pude ver como ambos chicos al unísono llevaron sus manos a sus penes y comenzaron a acariciarse suavemente.

Yo tenía los ojos abiertos como platos y la boca abierta de par en par. No podía creer lo que veía. Jimin la esperaba con brazos abiertos y Charlie gateaba sobre la mesa como una leona que va a por su presa. Cuando llegó hasta él se bajó de la mesa, se puso de pie, puso una pierna a cada lado de la silla y poco a poco fue bajando hasta introducir toda la verga dentro de ella.

Y yo en primera plana viendo como se abrían sus labios vaginales.

Cuando estuvo toda dentro soltó un grito. Un grito que hizo que sintiera humedad entre las piernas. Era mil veces mejor que ver porno.

Jimin puso las manos en las grandes y redondas nalgas de la chica mientras ella comenzaba a moverse rítmicamente sobre él. Su cuerpo comenzó a subir y bajar mientras brother cerró los ojos.

—Si papi, así papi—escuche que le decía con voz de puta.

Todo el mundo estaba boquiabierto. Jin había comenzado a tocarse también y Taehyung tenía la mano dentro del pantalón.

En cuanto a mí, tengo emociones encontradas. Por un lado me excita lo que veo, pero por el otro no me gusta. Tengo ganas de arrancarle los pelos por hacerle eso a mi hermano. Es demasiado fuerte.

La penetración duró unos segundos más y yo seguía mirando atónita e hipnotizada. Charlie se volteó a mirarme y me sonrió mientras seguía moviendo las caderas. Su cara ya no era de placer sino de malicia parecía que me estaba diciendo mira lo que le hago. Mira como disfruta cuando tengo su polla dentro de mi. Es mío, es todo mío. No tuyo. Lo has perdido para siempre.

—Bueno cuánto va a durar esto—dije desviando la mirada y pretendiendo que no me importaba—Si esperamos a que termine vamos a estar aquí toda la noche.

—Tienes razón—dijo Jin que dejó de tocarse al instante. Hay que poner un tiempo. Tres minutos o algo así.

—Tres minutos, perfecto.

—Vamos, sepárense tortolitos—dijo Taehyung.

Charlie hizo resistencia pero entre él y Jin lograron sacarla de encima de Jimin mientras ella todavía gemía y se aferraba a él como loca desquiciada.

No la culpo. Yo también protestará si estuviera montando una verga tan rica. Por dios no, no. No no no. Que acabo de pensar.

Ella siguió quejándose, pero nosotros seguimos jugando. Yo estaba mal, enfadada, caliente, borracha, y con las tetas al aire, eran demasiadas cosas así que perdí. Pero después de lo que acabamos de ver mi culo no era nada que valiera la pena. Me quite el pantalón de mezclilla y lo doble con cuidado. mientras lo hacía vi como la verga de Jungkook se ponía aún más dura mirándome las nalgas. Tuve que morderme el labio.

En cuanto terminé me senté rápido y seguimos jugando. Los próximos en perder fuimos Jimin y yo.

No sé que me estaba pasando, no me siento mal ni nada, pero ya no puedo ver las cartas igual que antes.

—¿Y ahora qué?—preguntó brother.

Yo todavía tenía ropa, pero él ya estaba como diosito lo había traído al mundo.

—Quítale el sujetador a tu hermana—dijo Jin animado— y también manoseale las tetas

05 Esto me va a doler más a mi que a ti

Jimin casi se gira a darle un bofetón.

—Está bien—le dije— Es solo un juego.

—No tienes que hacer esto Sis

—Lo sé brother solo... hagámoslo. Quiero seguir jugando.

—Bien—me dijo. Esto me va a doler más a mi que a ti.

Estábamos sentados uno junto al otro así que no tuvimos que movernos mucho. Lo miré directamente a los ojos aterrada, pero él me miró con una tranquilidad espontánea y una sonrisa. Le sonreí de vuelta.

Sus manos se deslizaron hacia mi espalda. Tenía las manos frías y a medida que avanzaba se me ponía la piel de gallina. Finalmente llegó al cierre de mi sujetador y lo abrió lentamente. Sé que podría haberlo hecho en cuestión de segundos, pero su intención era que el tiempo pasara más despacio. También era la mía.

Una vez los tres cierres estuvieron sueltos agarro las tiras y las deslizo poco a poco hacia abajo por mis hombros. El sostén comenzaba a caer y mis tetas a asomarse. Luego agarró las copas y dio un jalón que arranco totalmente el sujetador de mi piel cayendo al suelo.

Mis grandes y oscuros pechos quedaron a la vista. Me sentí expuesta, pero también muy excitada, él se relamió los labios y no tardó en cogerlos con las manos. Primero los tomo suave, pero yo simplemente por sentir sus manos estaba hecha ya un charco.

Comenzó a apretar mis pechos suave, como si los estuviera explorando, despacio, sintiendo como son suaves y como son tan grandes que no le caben en las manos. Luego me dedicó una mirada pidiendo aprobación y yo se la di. Comenzó a jugar con mi pezón izquierdo, apretándolo, y pellizcándolo suavemente. Tuve que esforzarme para contener los gemidos. mire al techo. Esto es más de lo que puedo aguantar.

Su otra mano también comenzó a apretar el pezón derecho, con más fuerza. era exquisito, era un placer que no pensé sentir jamás. Comencé a sentir un hormigueo peligroso entre las piernas. Me había tocado y corrido muchas veces pero esto era completamente nuevo, sino lo detenía ahora no sabía que podía pasar.

—Creo que...

—Que está muy aburrido—dijo Charlie—eso no es nada comparado con lo nuestro.

—Tienes razón—dijo Chirs—aún queda un minuto y medio. Chúpale las tetas.

—¿Qué?—pregunté.

Pero Jimin tenía intención de hacer lo que ellos decían. Inclinó la cabeza y con sus labios atrapó mi pezón derecho mientras amasaba mi pecho izquierdo. Me retorcí de placer ante el tacto de su lengua. Estaba en el mísmisimo cielo.

La posición era incómoda, así que tuvo que acercarse más y cuando lo hizo perdió el equilibrio y tuve que aguantarse de mi pierna. Sus dedos se aferraron a mi muslo y poco a poco, tan lento que no pude siquiera sentirlo subieron hasta que la palma de su mano quedó contra mi entrepierna. La electricidad que sentía se multiplicó por cinco cuando mordisqueó mis pezones al tiempo que deslizaba a un lado mis bragas para tocarme el clítoris con el pulgar.

Di un salto. Nunca había estado tan despierta pero tan viva en mi vida. Mi corazón latía más deprisa que nunca. Le dediqué una mirada y él me la devolvió, pero no podía reconocerlo. Ese no era mi hermano, era el chico que había estado follando con Charlie, era un caliente de mierda.

—bro..brother

Aparto la braga a un lado sin ningún pudor y deslizo los dedos por todo mi sexo. No lo pude aguantar más estaba a punto de correrme cuando.

—Tiempo—dijo Jin—se acabó.

Y sin decir nada se retiró y yo me incorporé en mi asiento y cerré las piernas. Mire al frente y vi a Jungkook, se estaba tocando, muy rápido. Estaba tan concentrado en mis tetas que ni siquiera se percató de que le estaba mirando.

—No fue para tanto—dijo Charlie—siguiente ronda por favor.

Seguimos jugando y por milagro de dios no perdí. El ganador fue Jungkook y los perdedores Jin y Taehyung. No tenía ni idea de que castigo le iban a poner porque a Taehyung todavía le quedaba el boxer cuando Jungkook dijo.

—Jin, sácale el boxer y chupásela.

Strip Poker 06 Paja entre colegas

—No estarás hablando en serio—comenté y todos me miraron confundidos.

Parece que sí que estaba hablando en serio.

—Un minuto y medio por ser paja entre colegas—dijo Taehyung y todos estuvieron de acuerdo. Incluso Jungkook.

Yo seguía en modo trance.

Jin soltó una risita y sus grandes dientes blancos brillaron. Le susurró algo al oído a Tae que no pude escuchar y luego ambos me miraron sonrientes. De seguro se estaban burlando de mi cara de shock.

Acto seguido se puso de rodillas dándome la espalda. Charlie se puso en pie para ver mejor y la imité. No me importaba que se me vieran las bragas y el culo. Lo que estaba por pasar no podía perdérmelo.

El chico apoyó ambas rodillas en el suelo y se apartó el pelo de la cara. Taehyung por algún extraño motivo lo miraba a él y luego a mi. No podía interpretar su mirada, no sé si era una burla o una provocación.

Luego Jin jaló de un tirón el bóxer del chico dejando su largo y venoso miembro a la vista. Me mordí el labio inconscientemente. Jamás hasta ahora había pensado en el sexo oral, pero ahora mismo Jin me daba mucha envidia. Eso sí que era una verga digna de tener en la boca.

Sin mucho preámbulo se la introdujo poco a poco y comenzó a mover los labios a todo lo largo de la carne. Taehyung sonreía, parecía complacido porque su pene se puso más duro que antes.

Jin por su parte parecía todo un experto en el arte de la felación . Lo hacía a un ritmo no muy rápido pero si constante y en ningún momento dejó que se le escapara de la boca. Además usaba las manos en una sincronización envidiable.

Cuando Taehyung por fin desvió su mirada de mi para cerrar los ojos mire a los lados aún boquiabierta. Charlie estaba hipnotizada y babeando y Jungkook y Jimin tampoco perdían detalle.

Evidentemente Jin había chupado la verga a en más de una canción porque esta maestría no se gana de un día para otro. Ahora daba lametones de arriba abajo y culminaba con besos en la puntita. Taehyung volvió a mirarme y volví a sentir un impulso incontrolable recorriendo mi cuerpo. Di un paso hacia delante, yo también quería probar, yo también quería chupársela.

Jin ya se la había metido entera en la boca y cuando la sacaba hacía ruidos con la saliva. Volví a dar otro paso y me detuve cuando las manos frías de Jimin se posaron en mi cintura. Estaba hipnotizada y su tacto fue como un despertador.

Le miré y él me miró aún con la mirada perdida. Me quedé de pie a su lado y sentí su mano posarse en una de mis nalgas. Automáticamente mis pezones se pusieron duros y sé que pudo notarlo.

Dios, el alcohol realmente nos ha nublado el juicio.

Me deje hacer y me dediqué a observar como Jin se comía todo el falo con esmero. Siempre había pensado que el sexo oral era asqueroso y ahora yo también quería la paleta de Taehyung.

—Tiempo—comentó Charlie y los chicos se separaron.

No puede ser. Fue muy poquito. Yo quería más. Estoy segura de que todos queríamos más.

Jin volvió a tomar asiento. Taehyung le susurró algo en el oído y volvieron a mirarme y a reírse. Muero por saber que les causa tanta gracia.

Yo seguía de pie, con la mano de brother aún en mi culo, sin moverse, pero ahí firme. Agradezco que haya más gente en la habitación porque se claramente que esa mano quiere ir más profundo.

Charlie tomó asiento y tuve que imitarla. Cuando volví a verla pude ver sus tetas apuntando al frente. Estaba radiante, muy a mi pesar, tenía el rostro enrojecido y se notaba que estaba muy pero que muy excitada.

Y no es la única. Mi cuerpo está tan caliente que siento que me derrito.

(88)

Seguimos jugando, pero yo ya ni me acuerdo de las combinaciones de las cartas. Tengo un cuatro y un diez y no sé por qué pienso que con eso seré capaz de ganar algo. La ronda acaba y como no, pierdo. Pero la cabeza me da vueltas. Han sido muchos tragos de licor y muchas emociones fuertes.

—Bueno bueno—dijo Charlie—parece por fin vamos a ver tus pompis. Paga prenda.

Como la odio. Tiene que referirse a mi culo como pompis porque sabe que es mucho más chiquito que el suyo.

Me pongo de pie, pero de repente todo se nubla. Siento como que me ha bajado la presión. Todo está muy oscuro, ya casi no distingo la luz de las velas.

—¿Estás bien Tanya?—preguntó Jungkook—no tienes buena cara.

Y tenía toda la razón del mundo, pero no iba a dejar que Charlie se burlará de mí. Me incliné para deslizar mis bragas, pero tuve una pequeña descompensación y hubiera caído al suelo si no fuera porque brother me atrapó entre sus brazos.

—Jaj lo sabía. Esto es demasiado para ella.

—Estoy bien—gruñí— de verdad estoy bien

—Dale algo para el estómago—comentó Taehyung—quizá solo necesite vomitar.

Que asco. No puede ser.

—Tengo algunos remedios en mi cuarto. Llévame por favor—le dije a brother que me levantó en brazos.

Mientras subíamos escalera arriba pude escuchar a Charlie regodearse.

—Sabía que nos iba a estropear la noche. Y ahora qué hacemos. Al final no pago la prenda.

07 La familia primero

Me siento rara. No me duele nada, pero si tengo una sensación extraña en el estómago. Que pena que así sea cómo funciona el alcohol, primero todo es divertido y excitación y después te deja este mal sabor de boca. Menos mal que Jimin está aquí para cuidarme.

Me abrace a su pecho mientras me llevaba a mi habitación. Las palabras de Charlie eran hirientes y donde único me sentía protegida era entre sus brazos.

Una vez dentro me puse de pie y caminé con su ayuda hasta mi mesita de noche. Se supone que los remedios están en la última gaveta, pero en medio de tanta oscuridad no puedo encontrarlos. Y como somos los dos bien inteligentes y estamos bien borrachos no trajimos velas. De hecho me sorprende la habilidad que tuvimos para no chocar con nada. Quizá es cierto eso de que uno conoce muy bien todos los rincones de su casa.

—No encuentro nada—digo y me siento sobre la cama—Solo necesito unos minutos para respirar y estaré bien.

—Tómate todo el tiempo que necesites, yo me quedaré contigo.

—Puedes volver con los chicos si quieres yo me...

—Ellos pueden esperar. Lo importante es que te pongas bien.

Sonreí y aunque está oscuro estoy completamente segura de que él también sonrió. Luego se sentó a mi lado y me tomó de las manos. Sus manos que estuvieron hace unos minutos en mi... Ay madre.

—Sis, siento mucho lo que...

—No te preocupes por eso—intervine antes de que pudiera decir la palabra. Ahora que no estamos rodeados por un grupo de gente desnuda es vergonzoso siquiera pensar en eso. Aunque claro, él está desnudo con la polla al aire y yo estoy en ropa interior.

—No quiero que sigas jugando.

—¿Qué? ¿Por qué no?

—Eres muy joven Tanya. Todavía hay cosas que no has experimentado y tu primera vez haciendo todas esas cosas no debería ser en un juego de poker.

—Me da igual. Me estoy divirtiendo. ¿Por qué intentas arruinarlo?

—No intento arruinar nada. Intento protegerte.

—No lo hagas. Ya soy adulta, puedo decidir qué hacer. Además... la estábamos pasando tan bien los dos...

No pude seguir hablando. Su mano, no sé si intencionalmente o si en un descuido, fue a parar a mi muslo. Sus dedos comenzaron a acariciarme suavemente.

—Si quieres seguir jugando tienes que estar preparada. Si quieres seguir jugando tienes que saber que esos chicos van a terminar haciéndote cosas. Si quieres seguir jugando tienes que ser consciente de ello.

No dije nada. De todas las cosas que estoy ahora mismo (borracha, caliente, en topless, mojada, mareada, etc) la última es consciente de nada.

Sus dedos siguen acariciando mi muslo hacia arriba. Siguiendo el recorrido hacia mi entrepierna. Se me pusieron los pezones duros otra vez. Le miré. Aún en la oscuridad nuestros ojos se encontraron.

—Si vas a hacer ese tipo de cosas. Lo mejor será que lo hagas primero con alguien de confianza. Con alguien que te quiera de verdad. Alguien de la familia.

Y sus dedos llegaron a su objetivo. Me agarró el sexo con la mano y comenzó a hacer presión con el pulgar en mi clítoris. Dejé escapar un suspiro y me mordí el labio de tanto placer que sentí.

—Brot...

—Shhh—me dijo acercándose, poniendo su rostro contra el mío—deja que te toque.

Su piel estaba ardiendo y yo también estaba que echaba humo. La calentura me estaba llevando por un camino nunca antes imaginado. Estire el cuello y alcance sus labios. Pensé que sería un beso modesto pero nos besamos con tanta pasión que casi nos arrancamos las bocas.

Sus labios se abrieron para dar paso a los míos y con una mano me agarró la nuca. Con la otra aprovechó para correr hacia un lado las bragas y manosearme el sexo al desnudo. Toda mi humedad quedó sobre sus dedos y él se aprovechaba de eso para deslizarlos de arriba abajo sin problemas por mis labios vaginales.

Abrí las piernas, quería que tuviera acceso. Le agarré del cuello y le besé con más pasión. El aprovechó mi impulso para deslizar un dedo dentro de mi. Deje de besarlo para soltar un gemido delicioso. Por fin pude dejar escapar todo lo que tenía contenido.

Sus labios fueron a por mis pechos. Atraparon mi pezón izquierdo y comenzaron a succionar frenéticamente al mismo ritmo que el dedo se entraba y salía dentro de mi-

—Aaah—gemí.

Me empujó y caí boca arriba sobre la cama con las piernas abiertas. Él se puso encima mio.

Comenzamos a besarnos otra vez mientras yo sentía su bulto contra mi muslo. Si se movía unos centímetros más pronto su pene haría contacto con mis bragas.

Le agarré la espalda y comencé a mover las caderas. Quería que me metiera los dedos otra vez. Pero él tenía otros planes.

Agarró los laterales de las bragas con ambas manos y me las quitó con cuidado.. Ahora si estaba desnuda expuesta, mojada y caliente para él.

Aunque estaba oscuro vi como agarraba su pene y se masturbaba. Sentí otro escalofrío recorriendo mi cuerpo. No irá a hacer lo que creo que va a hacer.

Colocó su pene a unos pocos centímetros de la entrada de mi sexo. Estaba tan caliente que podía correrme ahora mismo. Estaba haciendo mi mejor esfuerzo para aguantar hasta que.

Por fin su sexo desnudo hizo contacto con él mío. Su pene se deslizó a lo largo de mi humedad. Gemí, estoy en el cielo.

No sabía que esto se podía sentir tan bien. No tenía ni idea. Abrí más las piernas cuando pensaba que no se podrían abrir más y el siguió deslizando su pene por mis labios suavemente, acariciando todo mi sexo y haciendo presión con el glande en mi clítoris.

—Me quieres volver loca—dije y escuché su risita.

—Ese es el punto.

—Creo que te gusta demasiado restregar la verga en la vagina de tu hermana—volvió a soltar una risita.

No sé qué me pasa. No sé por qué digo estas cosas tan obscenas.

—No lo haría si a ti no te gustara

Dijo mientras nuestros sexos seguían frotándose. Poco a poco podía sentir como hacía un poquito más de presión y como mis labios se estaban abriendo para que su polla entrara.

—No voy a contestar a eso.

—No tienes que hacerlo. Ya sé la respuesta.

Tuve que reirme.

—Tenías bien escondido este par de tetas—dijo haciendo un poquito más de presión. Sacudí las caderas en un acto reflejo y gemí como toda una loca descontrolada.

—Shhhh. Nos van a oír.

Tuve que controlar mis ganas de gritar

—No quieres que escuchen como me la clavas toda.

¿Quién eres y qué has hecho con Tanya?

—Creeme lo digo por tu bien— y empujó un poquito más. Trague en seco. Faltaba muy poco. No puedo creer que mi hermano sea quien vaya a desvirgarme.

—Mmmm. Te creo.

Se inclinó hacia delante para besarme y eso hizo que se clavara todavía más. Ya podía sentir más de la mitad dentro de mi. Nunca me había sentido tan abierta y tan caliente en toda mi vida.

—Puedo parar ahora si quieres—me susurró al oído.

—No te atrevas. Termina lo que empezaste.

—Wow—volvió a soltar una de sus risitas— ¿Estás caliente como una perra verdad? ¿Quieres que te la meta verdad? ¿Eres toda una puta verdad? ¿Quieres que te folle? ¿Eh? Dime Sis. Quieres la verga de tu hermano todita para ti.

Me mordí el labio. Esto es demasiado fuerte.

—Responde puta—dijo y me agarró de la barbilla. Mi cuerpo iba a explotar de placer.

—Si. Si. Si quiero. Si quiero.

Y mis deseos fueron órdenes.

08 Si brother


Me la fue clavando poco a poco. Empujando con cuidado hasta que estuvo toda dentro de mi. Yo tenía los ojos en blancos y la mirada perdida, probablemente también babeando. Su pene dentro de mí es una delicia.

Brother estaba siendo muy delicado. Entrando y saliendo despacio para que no me duela. Eso hace que pueda notar muy bien las penetraciones, como se clava primero su glande y luego el resto de su rica verga. Por un momento, solo por un pequeñísimo momento sentí culpa de tener las piernas abiertas para que mi hermano me la metiera, pero en cuanto me dió la siguiente embestida desapareció por completo.

En cuanto a dolor, dolía un poquito sí, sobre todo porque aunque el pene de Jimin fuera visiblemente más chico que el de Taehyung sí que la tenía mucho más gorda y ahora yo tenía todo eso adentro.

Volvió a metérmela despacio, suave.Que delicia. Le mire pero estaba concentrado en lo que hacía y gemía cada vez que la empujaba. Se notaba que estaba saboreando la sensación de tenerla dentro de mi.

Con cada penetración podía sentir como mi vagina se abría para recibir todo ese pedazo de carne y también podía sentir como mis fluidos empapaban y lubricaban toda su verga.

—Estás tan rica

Gemí. El se mordió los labios. Podía ver su pecho subiendo y bajando y su abdomen contrayéndose con cada movimiento.

—Quiero follarte más duro. Avísame cuando estés lista.

Asentí. Tenía que prepararme mentalmente para eso. Yo ya estaba en el quinto cielo, pero podía entender que él quisiera más.

—Tan apretada—dijo y soltó un gemido. Me estremecí de pies a cabeza cuando lo escuche gemir.—Con estas tetas tan grandes.

Y se inclinó para lamerlas. Agarró mis tetas con ambas manos y las unió para luego lamerme ambos pezones a la vez. Mi cuerpo se sacudió y tuve que comenzar a mover las caderas más rápido. Brother lo interpretó como un permiso así que comenzó a clavármela con más fuerza.

—Ahhhhh—comencé a gemir mientras me aferraba a su espalda.

me apretaba las tetas mientras me penetraba con todas sus fuerzas. Era una dulce torutra, dolía si pero el placer era quinientas mil veces mejor.

—No pude resistirme en cuanto te vi las tetas. Sabía que tenía que follarte duro como toda una puta

.

Cerré las piernas en torno a su cuerpo y eso permitió que la penetración fuera aún más profunda. Mi vagina se acomodó a la calidez de su verga. Era magnífico, le podía sentir dentro de mi, caliente y duro como salía, entraba y luego entraba otra vez.

—Estaba loco por metértela. Sabía que ibas a estar así de apretadita. ¿Te gusta eh? ¿Te gusta?

Nuestras miradas se cruzaron y asentí mientras gemía, pero para brother no fue suficiente. Una de sus manos me agarró la barbilla.

—Dime que te gusta perra.

—Me encanta. Así, sí me encanta. Más.

—¿Quieres más puta?

—Si por favor si..

Se detuvo por un momento. Su pecho estaba pegado al mío y aprovechó para besarme. Me mordió los labios y enredó su lengua con la mía. Podía escuchar como su corazón latia de prisa y podía deleitarme con el olor que desprendia su cuerpo y con el olor a sexo que reinaba en la habitación.

Su verga salió un poquito pero fue solo para luego meterla más duro provocando mis gritos descontrolados. Ya no me importaba que nos oyera nadie. Jimin me la clavaba con toda brutalidad y yo movía mis caderas para acompañarlo mientras le gritaba que sí que diera más fuerte que me encantaba.

Su verga tocaba los rincones más profundos de mi cuerpo y mis caderas se movían frenéticamente. Mi espalda se levantaba sola de la cama. Era como si quisiera escapar de allí, pero al mismo tiempo la quería bien adentro. Moví las caderas como si se me fuera la vida en ello. Si esto es lo que se siente tener sexo no voy a dejar de hacerlo nunca.

—Así. Sigue así— dijo.

Y continúe moviéndome como toda una loca maniática desenfrenada. Brother también se movía y gemía de placer cuando la tenía toda dentro de mi.

—¿Vas a dejar que te folle todos los días?

—Si brother

—¿Vas a dejar que te la meta cuando quiera?

—Si si brother... dame más más por favor. Más duro.

—Más duro perra. ¿Te gusta así de duró¿

Mi cuerpo comenzó a convulsionar. Grite, grite y él me tapo la boca con sus manos. No tuve más remedio que susurrar. Susurré su nombre y le dije como me encanta que me metiera la meta toda y que me folle como a una puta.

Eso lo volvió loco, porque salió su polla de mi interior para descargar toda su leche en mi rostro. Me quedé pasmada recibiendo todo el líquido blanco y pegajoso en mi cara. Mientras sacaba la lengua para intentar sacarlo unos temblores extraños comenzaron a invadirme.

Me temblaban las manos, los pies y los hombros. Mi espalda se elevó por completo del colchón y las rodillas se me hicieron gelatina. Jimin me colocó la mano sobre el sexo y con la otra me tapo la boca. Al instante comencé a correrme. Grite, grite mucho, pero mis gritos se ahogaban bajo el calor de la palma de su mano. No sé cómo lo hice pero un líquido salió disparado de mi interior, como si me hiciera pis solo que no era así.

Al verlo brother solo soltó otra de mis risitas y apartó la mano. No dejo de sujetarme en ningún momento. Después de que todo salió, estuve temblando con los ojos en blancos y la lengua afuera como por cinco minutos.

Cuando pude volver a respirar con normalidad sentí que me besaba la mejilla. Yo estaba totalmente agotada y mi pecho aún subía y bajaba.

Me cogió en brazos otra vez y me llevó hacia el baño. Nos duchamos juntos, abrazados en la oscuridad bajo el agua fría porque la electricidad para calentarla no funcionaba. Mi piel mojada brillaba en la oscuridad y él me acarició la barbilla mientras me besaba otra vez en los labios. No dijimos nada, no hacía falta.

Luego me llevó aún en brazos hasta su cuarto y me acostó con cuidado sobre su cama. Se acostó a mi lado, aún en silencio y comenzó a acariciarme el cabello con una mano mientras que con la otra me atraía hacia sí.

Entrelacé su mano con la mía y cerré los ojos.

Estoy agotada, confundida pero sorprendemente no me duele nada. No sé qué estaba pasando abajo y no me importa. Bastante tengo con tener que asimilar el hecho de que la primera polla que me clavan fue la de mi hermano.

Strip Poker 09 Charlie y los chicos

Taehyung:

Jimin se llevó a su hermana en brazos escaleras arriba. Ojala eso no matará la vibe de la noche. Para Ricard ver a mujeres desnudas no era algo muy alejado de su vida cotidiana, pero tenía que admitir que el jueguito del Strip poker le había entretenido más que muchas de sus noches de juerga.

¿Quién iba a decir que le iba a ver todo a Charlie? Y mejor ¿Quién iba a decir que la hermanita menor virginal podía llegar a dar tanto juego?

Nunca le había prestado mucho tanto atención al asunto, pero la piel y la mirada de Tanya le resultaban atractivas. El motivo, las hermanas menores se respetan. Jimin era su amigo y para él su novia y hermana eran intocables, aunque claro... en un juego todo estaba permitido.

Igualmente, lo mejor era matar todo tipo de atracción física que pudiera sentir por Tanya. El no sería nada positivo en la vida de la chica. Se conoce y sabe que luego de que ella caiga en su trampa el hype pasará y ella se convertirá en otra conquista de su lista ya bien larga.

—¿Qué tienes en contra de la pobre chica?—le preguntó a Charlie que no se callaba la boca repitiendo como el juego había sido demasiado para Sis y como nunca debíamos de haberla dejado participar.

—A ti lo que te molesta es que nos gusten más sus tetas que las tuyas.

Y como no. SI Tanya tenía un buen par de melones oscuros. Sus tetas eran firmes y contundentes con la aureola más oscura aún y los pezones como dos botoncitos pequeños que piden a gritos ser apretados. Un once de diez.

—Como me iba a molestar eso cuando sé que más que sus tetas a ustedes les encanta mi culo— la rubia que se puso de pie y le dio la espalda dejando su culo empinado y respingón en dirección a su cara.

Charlie tenía un culo riquísimo. Nalgas redonditas y blancas que cuando se inclinaba hacia delante dejaban ver ver toda la entrada de su vagina que asomaba algunos fluidos.

—Y a ti como te gusta enseñarlo zorra.

Taehyung estiró la mano y logró agarrar una de las nalgas. Ella se dejó por un rato, pero luego cuando intento alcanzar su sexo ella se apartó hacia el lado de Jin.

Taehyung se volteo a ver a su amigo y no fue necesario que dijeran nada. Podían comunicarse solo con la mirada. Jin agarró a Charlie por la cintura y le deslizó uno de los dedos por todo su sexo mojado.

—Así que el puede y yo no—preguntó.

Jungkook lo observaba todo desde su silla agarrándose el pene con la mano. Taehyung lo llamó para que se acercará y el chico vino hasta ellos sin dejar de masturbarse.

Ahí estaban los cuatro. Charlie inclinada hacia delante con una de las manos de Jin en la cintura y con la otra metida entre las piernas. La rubia dejo escapar un gemido.

—Jin es mi hermano.

Pobre Charlie, parece que no había aprendido nada en todos estos años. Lo que es de Jin es de Taehyung, y lo que es de Taehyung es de Jin. Sin decir nada el chico también deslizo un dedo dentro de su sexo que se abrió para recibirlo. Ella gimió, sacudió las caderas y ambos aprovecharon para meterle sus dedos con más prisa.

—Paren paren paren—dijo ella agitada.

Jungkook se estaba masturbando a buen ritmo y las vergas de Jin y Taehyung ya estaban durísimas. La chica se movió y se sentó sobre la mesa con las piernas abiertas.

—No pueden tocarme. Yo tengo novio. Pero si que los puedo ayudar a que se...—e hizo un gesto con la cabeza señalando a Jungkook que deslizaba su mano de arriba abajo a todo lo largo de su miembro.

—Yo acepto—dijo el de los ojos negros.

Todos habían tenido más o menos su poquito de acción. Pero Jungkook aún no así que es normal que el pobre tuviera la polla bien tiesa.

Jin asintió y hasta el mismo Taehyung estuvo de acuerdo. Los tres se pararon en frente de ella que abrió más las piernas sobre la mesa.

—Les gusta así—dijo y comenzó a agarrarse las tetas.

Al parecer a Jungkook si le gustaba porque se la estaba cascando muy de prisa.

—Suave—dijo Jin agarrando la verga de su amigo—suave o acabarás rápido.

Y comenzó a deslizar su mano delicadamente sobre el miembro de Jungkook como antes había pasado su lengua por el de Taehyung.

Jungkook tenía los ojos abiertos de par en par. De seguro era la primera vez que otro hombre le tocaba el aparato. Su rostro reflejaba confusión, pobrecito. Taehyung quería reírse a carcajadas pero no lo hizo por respeto.

Charlie seguía restregándose las tetas y mordiéndose los labios. Después llevó las manos a su entre pierna. La tenía rosdita y cubierta con algunos pelitos, pero aún así daban ganas de metérsela. Tenía el clítoris firme y los labios algo separados de donde salía ese líquido pegajoso y transparente que a Taehyung tanto le gustaba lamer.

—¿Les gusta? ¿Van a correrse ya? ¿O quieren me meta los dedos?

Y acto seguido deslizó dos dedos dentro de ella arqueando la espalda hacia atrás. Ese fue el detonante. Jin soltó la verga de Jungkook y dejo que el chico se tocará con tanta intensidad como quisiera. Ellos dos hicieron lo mismo. Llevaron las manos a sus penes y los recorrieron de arriba abajo mientras Charlie se metía los dedos frenéticamente.

—Ay si que rico. mmm Taei que verga más grande tienes.

La chica lo estaba provocando y él cayó como un chino a un pozo de agua. Pero Jungkook tampoco se quedaba atrás. Ambos chicos acabaron a la vez gimiendo exasperados y bañando de semen todo el abdomen blanco y plano de la chica.

—Si si así lleneme todita.

Ella se seguía tocando cada vez más rápido. Hasta que Jin se adelanto, dio un paso y se la metió en la boca para empezar a correrse.

Ella soltó un grito agudo. Se estaba corriendo al mismo tiempo que el se corría en su boca.

Taehyung y Jungkook ya agotados tomaron asiento uno junto al otro y observaron el espectáculo. Jin gemía y se podía ver como lo blanco brotaba de la comisura de los labios de la rubia. Muy pornográfico.

Cuando ya el chico tuvo suficiente también tomo asiento. Ella se dejo caer sobre la mesa mientras seguía gimiendo y tomándose los últimos tragos de semen.

—¿Bueno qué?—preguntó Taehyung a Jungkook.

—Una puta locura—comentó el chico y los tres tuvieron que reírse.

—Saben—dijo Charlie retorciéndose sobre la mesa aún llena de semen— Esta puede ser la noche más interesante que he tenido en años.

Strip Poker 10 La noche todavía es jóven

Tanya:

Abro los ojos. Siento que he dormido cuarenta años, pero a la vez también diez minutos.

Brother me está abrazando. Puedo sentir su respiración cálida en mi nuca. Nuestras manos aún están entrelazadas. Sonrió, sé lo que paso y...Dios mío del amor hermoso ¡Me la metió! Mi propio hermano me quitó la virginidad. Wow. Sé que puede sonar raro, pero por algún motivo me alegro de que haya sido con él.

Finalmente ya soy una mujer. Ya sé lo que siente tener sexo y fue mucha más lindo de lo que pensaba. Brother fue tan bueno y delicado conmigo e hizo que me volviera loca poco a poco. Recuerdo el calor que se desprendía de su cuerpo y como me sujetaba mientras yo tenía un orgasmo, mmmm. Ya entendió porque quiso ser mi primera vez. Ningún otro chico en el mundo me hubiera tratado con tanta ternura.

La puerta se abre. Saltó de la cama. Brother aún sigue dormido. Yo estoy aún desnuda.

—¿Qué estás haciendo aquí?

Como se atreve. Soy yo quien debería de hacer esa pregunta.

—Esta es mi casa Charlie

—Y este el cuarto de mi novio. ¿Qué le hiciste para que se durmiera?

Mi expresión de enfado se transformó en una sonrisa burlona. Sexo, le di sexo. Tanto que tuvo que dormirse para recuperar fuerzas. Ahora vete de aquí puta.

—No importa. Ponte algo. ¿Desde cuando estás desnuda?

No puedo creer que esta vez fuera yo la que menos ropa estaba usando. Ella se había recogido el cabello rubio en un moño alto y se habría vuelto a poner su body suit verde escotado. Tenía el culo afuera si, pero yo lo tenía todo a la vista.

Su mirada era juzgante, pero no me importaba. Acababa de cogerme a su novio, no hay forma de que me afecte. En vez de querer correr a esconderme me siento viva y valiente, incluso podría decirse que me un poco exitada.

—Tome un baño y caí redonda—trate de excusarme—el alchol me...

—Sisi como quieras. Largo, tengo que hablar con mi novio.

—¿Sabes que tu novio es mi hermano?

—Si. ¿Y?

Y Nada, solo quiero que lo recuerde. Como me gustaría decirle que hice que se corriera. Como me gustaría decirle que estuvo dentro de mi y que seguramente me cogió con más ganas de con las que jamás se la ha cogido a ella. Rubia inventada hija de mil putas. No entiendo por qué finjí por tanto tiempo que me caía bien.

Caminé en dirección al closet, pero ella pensó que me iba y se acercó a la cama junto a borther. Le sacudió el pecho y el se despertó asustado.

—Buenas noches bolita. Despiértate ya, te extrañamos abajo.

Puse los ojos en blanco. Son cuatro abajo, pueden divertirse muy bien entre ellos, para que lo necesitan.

Igualmente, mi misión es buscar algo que ponerme. Agarró un suéter rojo que tiene un dragón chino grabado. Me lo pongo, me queda largo, lo suficiente como para cubrirme los muslos.

—Ya voy, ya voy—dijo él poniéndose de pie. También estaba desnudo.

Charlie le abrazó y le agarró la polla. Me hirvió la sangre pero no podía reclamar nada, así que hice lo que me pidió y salí de la habitación. Me fui a la mía, cambie las sabanas y limpie el colchón. Lo último que quiero es que se le quede el olor a corrida.

(====)

Esta todo oscuro, y me duelen un poco los ojos pero no puedo dejar de sonreír. Bailo incluso aunque no haya música, puedo escuchar la melodía en mi cabeza. Hoy es el mejor día de mi vida.

Me paro frente al espejo aunque no puedo ver absolutamente nada. Sé donde esta el pintalabios rojo así que me lo aplico con mucho cuidado. Me cepillo el pelo y me lo dejo suelto que caiga largo a los lados. También me aplicó perfume y con cuidado de no golpearme la mano con nada raro y tomó un chicle de menta.

Me siento mejor que nunca. Es como si algo hubiera liberado a la Tanya del lado oscuro. Pensé en ponerme ropa interior, pero no lo hice. Me gustaba la sensación mis tetas libres bajo la tela y el fresquito que se me cuela entre las piernas.

Seguí bailando en la oscuridad. Estaba demasiado contenta. Seguí imaginando que era la reina del baile hasta que escuche el toque en la puerta. Podía distinguir el toque de Jimin en cualquier parte.

—Sis. Estamos todos abajo. No te quedes sola mucho tiempo.

—Okay, ya voy.

Me alegré de que no hubiera pasado mucho tiempo en su habitación con Charlie. Eso significa que no cogieron. Solté una carcajada malvada. Tanya uno, ella Cero.

Salí con cuidado de no tropezar con nada y seguí el camino escaleras abajo.

—Estoy fundido—dijo Jin.

—Yo también—agregó Jungkook—¿Queda más alcohol?

—Si pero está caliente—respondió Taehyung—la metimos en el congelador pero va a tardar un buen rato.

Quizá para siempre. No sé qué tan tarde sea, pero la corriente se fue a eso de las nueve.

—Dioooos—dijo Jin—el aburrimiento. Necesito internet.

—Un fifa estaría bien—agregó Jimin y los cuatro chicos soltaron un quejido triste.

Quítale a un bebe su chupete y llorará pero quítale a estos cuatro la Play y les arrebatas el deseo de existir.

—Todo estaba bien mientras jugábamos Strip poker...—comentó Charlie inclinándose sobre la mesa justo delante de Jimin. Su gran culo quedó justo delante de su cara. Se notaba que lo estaba provocando. Pensé que no caería, pero como no. Llevo la mano hasta sus nalgas y comenzó a amasarlas, ella sonrió y yo hice una mueca.

—...Pero tu hermanita nos arruinó el juego y ahora estamos aburriiiiiidos.

Puta.

—Me disculpo por eso—dije—Todos voltearon a verme al pie de la escalera. Sus miradas todavía me daban un poquito de cosa, pero apreté los puños. No debía achicarme, ya no había diferencia entre ellos y yo. Ya no era la única virgen del grupo.

—Disculpada—dijo Jungkook y le dedique una sonrisa. Él se extraño, generalmente suelo apartar la vista cuando me mira por más de dos segundos.

—Si todavía quieren jugar estoy lista para la segunda ronda.

Taehyung que estaba recostado con las piernas sobre los brazos del sofá mirando por la ventana tuvo que acomodarse. Me observó de arriba abajo con la misma sonrisa con la que lo había hecho mientras que Jin se la chupaba.

—Eso es lo que tu crees—dijo y Charlie soltó una risita.

—No. Estoy lista de verdad.

—¿Escuchaste eso Jimin?—preguntó Jin que compartía una mirada cómplice con Taehyung—dice que está lista.

Jimin tenía la mirada concentrada en el culo de su chica, pero la apartó por unos momentos para verme. Cruzamos miradas. Lejos de ser incómodo le sonreí y asentí.

—Está lista—dijo—Lo sé.

Sonreí. Lo quiero tanto.

—Genial—agregó Jungkook. Jugamos otra vez.

Charlie estuvo de acuerdo y Jimin también. Jin se levantó y fue a por la botella en el refrigerador. Jungkook comenzó a recolectar las cartas que estaban desordenadas encima de la mesa.

—Nah nah nah—dijo Taehyung negando la cabeza y mirándome—Sis dice que está lista, pero a mi no me convence.

—No lo está ni de lejos—gritó Charlie desde lejos. La muy perra interrumpió el beso que le estaba dando a Jimin solo para decir eso.

Suspiré. Lo entiendo. Ellos no tienen ni idea de que ya tuve un pene dentro de mi. Tengo que convencerlos de que ya soy una adulta. No hay problema.

Agarré el bajo del suéter y lo fui deslizando suavemente hacia arriba. Primero deje ver mis muslos, luego mi entrepierna desnuda y completamente depilada, después mi abdomen y la curva de cintura, por último mis grandes senos y terminé quitándomelo por la cabeza y lanzándolo al suelo. Me acerque a la luz de las velas para que pudiera ver mi cuerpo desnudo, mi cabello suelto y mis labios rojo intenso.

—¿Te convence esto?

Los labios de Taehyung se abrieron para formar una o, sus cejas se alzaron y se dejó caer sobre el sofá nuevamente.

Jimin dejó de besar a Charlie para verme y a Jungkook se le cayó una botella de agua al suelo.

Entiendo el shock. Ahora todos estaban vestidos y yo desnuda.

—Mmm—dijo Taehyung.

Aún no dice que si. Parece que tenía la intención de ponérmelo difícil.

Estar desnuda frente a todos no resultó ser como yo pensaba. La sensación de libertad le ganaba a la de vergüenza. Me gustaba ver como Jin miraba embobado mis tetas y como Jungkook no apartaba la vista de mi entrepierna. Ver que se metió la mano dentro del pantalón hizo que me calentara.

Sé que mis mejillas se enrojecieron y no se si podrían notarlo o no. Pero no importa, mi cuerpo desnudo ya era un espectáculo lo suficientemente grande.

—Propongo que nos saltemos la parte de la ropa—dije y Taehyung mostró una sonrisa de oreja a oreja.

—Hecho—dijo sacándose la camiseta—Estoy convencido.

Sonreí y volteé a ver a Charlie y Jimin. Ella estaba boquiabierta y con la frente arrugada. Él me sonrió y guiñó un ojo.

—¿Alguien sabe qué hora es?

—Una y treinta y cuatro—dijo Jungkook.

—Bien—respondí— La noche todavía es joven.

Y miré a Taehyung directamente a los ojos. Él y Jin ya no tendrían motivo por el cual burlarse. La Tanya del lado oscuro, sin vergüenza y libre de ataduras había llegado para quedarse.

Strip Poker 011El cástigo de Jungkook

Estábamos sentados en los mismos lugares que antes. Taehyung en el lugar de presidente de la mesa, Jin a su lado, luego Charlie, Jimin, yo, Jungkook y a su derehca Taehyung otra vez.

Todos habíamos llegado a un punto de no retorno. Antes de comenzar, todos tuvimos que tomarnos tres vasos de licor para ir calentando motores, cortesía de Jin. Esto llevo a Charlie a quitarse su body suit y quedar desnuda nuevamente. Brother la siguió y dejo su exquisito pene a la vista de todos. Me daba escalofríos siquiera pensar que eso había estado dentro de mi.

Jungkook fue el próximo. Se desnudo en un instante y nuevamente su verga dura y fina apuntaba en mi dirección . No lo pude evitar, por mucho que ya me sintiera en una posición mucho más confiada que antes, todavía me resultaba incomodo que su verga me señalara. Aparte la vista y fue solo para encontrarme con algo mejor, el pene de Taehyung.

Este chico debió de haber sido un dios griego en su vida pasada. Tenía las piernas tonificadas, el pene grande, largo y erecto. El abdomen perfecto, los tatuajes muy sexys y para colmo la mirada pervertida. Junto a él Jin también había dejado al descubierto su cuerpo. Su pene estaba comenzando a ponerse duro. Lo observe por unos segundos y pude notar como a poco a poco se endurecía más.

Si me hubieran dicho que iba a ver cuatro penes en vivo y en directo esta noche me hubiera reído a carcajadas.

(===)

Jin repartió las cartas. Pero yo no estaba concentrada. Estar en una habitación llena de gente desnuda es más difícil de lo cualquiera pueda imaginarse. La tentación de mirar pollas es demasiado fuerte y más cuando todas están tan duras y apetecibles.

Por mucho que quería mirar la de Jungkook me moría de miedo de que me pillara así que cada vez que mis ojos traicioneros se desviaban yo hacía mi mejor esfuerzo para apartarlos. Él estaba muy concentrado en sus cartas. De seguro tenía una buena mano.

Si no estaba mirando el paquete de Jungkook tenía que mirar el de Jimin, más que nada porque me quedaba muy cerca y segundo porque me enorgullecía saber que me metieron todo eso y salí victoriosa. Casi que quiero darle un besito y decirle gracias amiguito por ese orgasmo tan rico que tuve.

—Sis, ¿ves?—preguntó brother.

Las cartas no las veía pero de su polla si que no perdía detalle.

—No

Y me retire. Mi mano era una pareja de sietes, no está mal para el inicio pero ya solo faltaba una carta y mis esperanzas de conseguir un poker estaban enterradas. Además, Taehyung como siempre tenía mirada de ganador y Jungkook también poseía una buena mano.

Jin repartió la última carta. Los dos chicos y Charlie eran los únicos que quedaban en el juego. Ella pasó, Jungkook también, pero Taehyung se retiró. Jaja, gallina.

Solté una risita y brother me segundó. De seguro el se alegraba más que yo.

El momento de revelar las cartas llegó. Jungkook tenía una escalera. Muy buena mano, pensé que sería el fin para Charlie hasta que la chica reveló que poseía una escalera de color.

Ella celebró con saltitos. Sus pequeñas tetas rebotaron en el aire mientras Jimin y Jin la aplaudían.

—Bueno bueno Jungkook. ¿Qué te parece si... le chupas un pezón a Sis..Tanya?

—¿Qué?—dijo el chico que se puso rojo como un tomate en un segundo.

Yo desvié la mirada hacia mis pies descalzos. No puede ser, no puede ser, no puede ser. Sabía a lo que estaba jugando, sabía que esto pasaría pero me imagine retándome con Taehyung no dejando que Jungkook me chupe las tetas.

—Quiten esas caritas. Tienen que hacer la penitencia.

Charlie reía con malicia. Creo que acababa de darse cuenta de que Jungkook me gustaba. Me daba miedo que quisiera usar eso en mi contra, pero luego me preocuparía por ella. Ahora la situación era la siguiente. Yo, tetas afueras, él verga dura, yo excitada, él lamer pezones. Que nerviooooos.

El corazón me comenzó a latir de prisa. Jungkook no sabía que hacer, nuestras miradas se cruzaron y justo en el instante en que nos vimos los dos volteamos hacia un lado. Quiero esconderme debajo de la mesa.

—Acércate Sis—dijo Jimin poniéndome la mano en el hombro. Nuevamente su mano fría fue como un despertador.

—No decías que estabas lista—añadió Taehyung.

Y trague en seco. Estaba lista para él, no para el chico que me gusta románticamente.

—Dejen a Tanya en paz. El castigo es para mi.

Jungkook se levantó decidido y acercó su silla a la mía. Mi respiración comenzó a acelerarse. Desvié la mirada hacia el piso. Esto es más difícil que cuando lo hizo brother. Es demasiada vergüenza. No puedo hacerlo, no puedo hacerlo, no puedo hacerlo.

Sentí su mano derecha apoyarse en mi muslo y un escalofrío me recorrió desde el cabello hasta la punta de los pies. Mi sexo traicionero comenzó a mojarse.

Nuestros ojos se encontraron otra vez. Sus ojos negros inocentes me miraban con timidez pidiendo permiso. Asentí y luego trague en seco otra vez. Le rogué a diosito que no fuera demasiado incomodo. Jungkook me gusta mucho y no quería que nuestra primera interacción sexual fuera una chupada de pezón pero yo solita me metí en este lío, ahora tengo que afrontar las consecuencias.

Se acercó a mi pecho izquierdo y lo tomó suavemente. Sentí otra vez mi sexo gotear. Abrí la boca, quería decirle que se detuviera que no es necesario, que yo... bueno no estoy muy segura de lo que quiero decirle.

Vi que soltó un suspiro para luego apretar mi pecho. Me mordí el labio. Luego atrapó el pezón con sus dedos y lo estrujo con fuerza. Dolía un poquito, pero era un dolor dulce.

Volvió a cruzar su mirada con la mía. Estaba apenado, como pidiéndome disculpas, pero yo no hice ningún gesto, solo pestañee. Espero que lo haya interpretado como una señal de que todo está bien.

Acercó su boca. Inhale para prepararme para lo que venía y sentí sus lamidas suaves y cálidas alrededor de mis pezoncitos. El hormigueo en mi sexo continuaba.

Estaba siendo muy delicado, lamiendo despacito en círculos y de vez en cuando succionando un poquito. Yo estaba inmóvil, dejándome hacer y tratando de no dejar escapar gemidos.

Los pezones se me pusieron duros como rocas. El por su parte le estaba agarrando el gusto porque dejo de aferrarse a mi pierna para agarrarme la otra teta y comenzar a pellizcarme el pezón. Cuando lo hizo, su pene duro quedó contra mi muslo. El calor en mi vagina fue casi insoportable. Abrí las piernas un poco aunque mi mente no quería, mis cuerpo actuó solo y su pene casi llagó a rozar a mi sexo. Sé que él pudo sentirlo porque comenzó a lamer más deprisa y apretarme con más fuerza.

Mire hacia abajo. Solo tenía que abrir las piernas un poco más, solo un poco más y sentiría su verga en mi vagina, solo un poquito más y...

—Tiempo—dijo Charlie. Ya está bueno. Jungkook a tu silla.

Strip Poker 012 Hermanos de Verdad

Estaba tratando de controlar mi respiración y llevarla a la normalidad cuando sentí la mano de brother en mi pierna. Jin estaba repartiendo las cartas y contando un chiste absurdo sobre micrófonos. Todos estaban concentrados en él cuando los dedos de mi hermano se deslizaron a todo lo largo de mi sexo. Abrí las piernas y deje caer la cabeza hacia atrás. Sentí como con sus dedos se llevaba toda la humedad que las lamidas de Jungkook habían provocado.

Jin terminó y rápidamente brother se acomodó en su silla, como si no pasara nada o como si sus manos no olieran a mi sexo mojado.

Las cartas me sonrieron esta vez. Un As y una jota de corazones, fácil de combinar para obtener una escalera real. Aguante hasta el final sin regodearme y terminé aplastando a Charlie en una jugada magistral.

Ella puso los ojos en blanco. Me daba mucha rabia, esa era mi gesto, me estaba imitando y por si fuera poco a ella le salía mucho mejor que a mi.

—Cógete a tu hermano—dije sin pensar.

—Epaa—dijo Taehyung—Viene fuerte.

Jungkook sonrió y yo también. Quizá lo que le estaba pidiendo era un poco demasiado pero no me importa. De alguna tiene que pagar por... por ser ella.

—Estás enferma—dijo juzgándome con la mirada.

Jin no puso peros, de hecho nadie puso peros excepto ella. No vacile ante su mirada juzgante. Ella me hizo pasar vergüenza con Jungkook y yo le haré pasar vergüenza con Jin.

—No—dijo—yo nunca haría una cosa como esa.

Todo el mundo se encogió de hombros. Yo seguía sin decir nada y ella trató de explicarles a todos porque estaba mal y como ellos si que eran hermanos de verdad al contrario de nosotros. Me molestó muchísimo que hiciera incapie cuando decía de verdad. Nadie puede negar que Jimin es mi hermano, tampoco el hecho de que llegó primero a mi vida que a la de ella.

—Ay por favor—la interrumpí. Solo tienes que metértela y moverte un poco. Eso no es nada para ti ¿o si?

—No se de trata de eso se trata de...

—De ti tratando de arruinarnos la noche. Parece que después de todo yo no soy la aguafiestas.

Vi como sus labios se desdibujaban en una mueca fea, y supe que la había llevado a donde quería. Estaba enfadada y a mi me encantaba verla así.

—Cogérmelo es demasiado. Le voy a hacer un baile sensual.

—Bueno—dije poniendo los ojos en blanco. Es mi gesto, mío. Yo soy la original.

Todo el mundo estuvo de acuerdo con su decisión del baile, excepto Jin que desde mi perspectiva estaba fingiendo estar de acuerdo cuando en realidad estaba un poco enfadado.

¿Será que este chico también quiere follarse a su hermana? ¿Qué les pasa a los hombres hoy?

Charlie se puso de pie, dejándonos a todos babeando con su trasero. Hasta yo tenía que admitir que tiene un culo poderoso. Extendió la mano y Jin se la aceptó. Luego caminaron hasta colocarse entre Jungkook y yo. No entendí porque tuvieron que colocarse a mi lado, pero quizá ella quiera restregarme en cara sus movimientos sensuales.

En efecto, Jungkook puso música en su teléfono que a esta hora era el único que quedaba con batería y la chica comenzó a mover las caderas en un movimiento sensual. El pene de Jin no tardó ni un segundo en apuntar al cielo.

Ella me miró mientras movía el culo de adelante hacia atrás como si estuviera perreando a un ritmo muy lento. Sus nalgas rebotaban y sonaba como si estuvieran aplaudiendo. Claramente estaba disfrutando de mostrarme lo que yo no podía hacer.

Jin dio un paso adelante y pegó su pecho a la espalda de su hermana. Con ese movimiento pude notar como su pene se restregaba por el sexo de la chica que se abrió dejando entrever sus carnosos labios vaginales. Abrí los ojos como platos.

Jimin, Taehyung y Jungkook les animaban con palmadas. Me sorprendía que Jimin no mostrara ni el mínimo atibisbo de molestia. Quizá estaba demasiado caliente como para ponerse celoso.

Charlie hizo un truco que yo siempre he soñado con hacer. Abrió las piernas y luego las cerró creando el rebote perfecto. No movió las caderas, ni los pies. Solo era su culo redondo y paradito rebotando sobre la verga de Jin.

Por un momento me pareció ver que la cabeza del pene del chico desapreció, pero luego con el siguiente movimiento pude verla otra vez. No será que..

Jin la tomó por la cintura y la inclinó hacia delante mientras sonreía. Ahora ella quedó con las tetas apoyadas contra la mesa y el culo bien empinado. No tuve ninguna duda, Jimin y Taehyung no podían ver nada, pero yo si y probablemente Jungkook también.

La chica movía las caderas y Jin aprovechó para hacer presión. El glande de su pene se enterró en los labios vaginales. Vi como Charlie apoyó las palmas de las manos sobre la mesa y se contenía las ganas de emitir un gemido.

Jin empujaba intentando disimularlo con el baile. Se la estaba cogiendo. Tanto que se había negado y ahora tenía la mitad de la verga de su querido hermanito clavadita entre las piernas.

—Tiempo—dijo Jimin y Jin la sacó lentamente.

Charlie siguió en esa posición unos segundos más. El pene del chico estaba bien duro y brillaba cubierto de los jugos vaginales. Me mordí el labio. ¿Qué acaba de pasar aquí?

Si lo que Charlie quería era enseñarme sus movimientos le salió el tiro por la culata porque lo que me acaba de enseñar es como se dejaba que su hermano se la metieran toda.

Strip Poker 013 Ya no nos reímos tanto

La siguiente ronda acabó sin perdedores, Jimin y Taehyung terminaron ambos en tablas con una pareja de sotas. Yo me retiré casi al comienzo, tenía miedo de perder y estaba demasiado impactada como para concentrarme en las cartas. El alcohol marchaba y me confundía. Además Jungkook seguía completamente desnudo con su verga apuntándome. Él me observa como si yo fuera un donut de chocolate que está a su alcance pero no puedo comérselo y yo miro su pene con unas ganas inmensas de hacerle...cosas.

Jimin se la está pasando de lo lindo. Al parecer este licor de avellanas le gustaba más que el de café que estábamos tomando anteriormente. Yo tengo que admitir que ninguno de los dos es de mi entero gusto, pero no está mal, dentro de lo que puede ser el alcohol sé que los licores son como el nivel uno. Jin también estaba muy contento, y como no si ya había logrado meterla. Él y brother platicaban alegremente y compartían risas entre ronda y ronda. Charlie en medio de ambos no se veía tan feliz. De hecho, estaba seria, con la mirada perdida y fingía las risas sin que los chicos se dieran cuenta. ¿Se arrepentirá? Quizá y fue demasiado para ella pero ¿por qué se dejo entonces? Y lo peor de todo... quizá sea mi culpa por imponerle un castigo relacionado con Jin.

—En la próxima no te salva tú verás—dijo Jimin con una sonrisa de oreja a oreja.

Me encantaba su valentía. De todos los presentes era el más malo y eso se notaba a la legua. Las pocas veces que había llegado a las rondas finales les había perdido y siempre prefería retirarse en medio para así quedar libre de castigo. Aún así, cuando ganaba le gustaba regodearse de ello. Tuve que sonreír. Solo tuvo suerte de que nuestras cartas no fueran buenas. Él solo tenía una pareja.

—Nah—respondió Taehyung—los hermanitos poco muerden y mucho blabla.

—Uuuuu—dijeron Jungkook Y Jin a la vez.

A brother y a mi se nos desvaneció la sonrisa del rostro. Cruzamos miradas y fue como si acordáramos que Taehyung estaba muy infladito y tenía que caerse ya del cielo. Además, él era el único que no había tenido que afrontar ningún castigo desde que nos quedamos desnudos.

—Espera y verás—dijo brother y asentí con un gesto fiero.

Me puse de pie inclinandome hacia delante. Mis tetas cayeron delante de la cara de brother y mi culo quedó completamente a la vista de Jungkook. Seguramente desde esa posición podía ver mis apretados y ya mojados labios vaginales. De solo pensar en eso me ruborice.

—Dame eso—dije quitandolé el mazo de cartas a Jin, pero él se alejo y tuve que forcejear y estirarme más hacia delante. Casi pierdo el equilibrio sino hubiera sido porque Jungkook me agarró del muslo.

Respire hondo. Su mano estaba a menos de cinco centímetro de mi vagina. Sentí la humedad deslizándose. Para colmo ahora mis piernas se habían abierto un poco así que se podía ver entre ellas con claridad.

—Dale eso—dijo borther y le arrebató la baraja. Yo agradecí, me pare derecha y comencé a barajar para luego repartir las cartas.

Mientras lo hacía trate de cruzar mirada con todos, pero mi entrepierna estaba a la vista y la gente le prestaba más atención a ella que a mi o a las cartas. Jimin me miró mientras se relamía los labios. Charlie miró mi triangulito fingiendo normalidad, Jin sonrió e hizo ademan de tocarme, pero me aparté con gracia. Taehyung sonrió confiado y al contrario de los demás me miró a los ojos queriendo probar fuerza. Jungkook no se atrevió a mirarme a los ojos, estaba sonrojado y aún así su mirada también se poso entre mis piernas. No sé si lo hice a propósito o no, pero sabía que desde su posición podía ver todo mi culo y los pliegues de mi vagina.

Tome asiento y la partida empezó. Cuando desvelé lo que me había tocado vi una pareja de reyes y pensé Taehyung Tae ya estás muerto.

Esta ronda fue salvaje. Sé que mi mirada me delato y que se notaba que mis cartas eran buenas, pero no era la única. Él también sonreía confiado. Pronto Jin, Jungkook, Charlie y Jimin se retiraron y solo quedamos nosotros. Sobre la mesa, una pareja de tres de corazones y picas junto con un rey de de picas y el as de picas.

—Vas a perder Sis.

—No, te voy a recordar quienes son los dueños de esta casa. Y no me llames Sis, eso está reservado únicamente para brother.

Jimin me puso la mano en la pierna y sonrió. La tensión se podía notar con un cuchillo. Todos querían ver quién iba a a resultar ganador y yo aunque exhibía confianza por fuera en realidad estaba temblando imaginando que castigo podría ponerme si llegaba a perder.

—¿Solo eso está reservado para brother porque escuché que algo más también...?

—Cállate Taehyung—le interrumpí y coloque la última carta sobre la mesa. Un diez de diamantes.

Mire a Jimin confundida. No le habrá contado lo que pasó entre nosotros. De seguro que no. Es que no tiene por qué haberlo hecho, aunque pensándolo bien los hombres son bien estúpidos y brother ha demostrado que cae en provocaciones más fácil que las moscas en las sopa. O peor... ¿será que nos habrá escuchado?

Llegó el momento de desvelar las cartas. Mi corazón latía muy deprisa. Esto parecía un acontecimiento histórico, habíamos dejado de mirar penes y tetas para atender a unas simples cartas.

Taehyung desveló su mano primero. Tenía la reina y la sota de picas. Sus cartas, junto con las de la mesa formaban un color. Impresionante.

Miré al suelo. Un color era algo difícil de lograr, pero no tanto como mi full de tres y reyes. Deje ver mis cartas y pude ver como la sonrisa se desvanecía de su rostro mientras se daba cuento de que yo era quien tenía la mano ganadora.

—Jaj—dije—ya no nos reímos tanto.

Jungkook tuvo que reírse y Jimin no tardó en restregárselo en la cara. Jin le puso la mano en el hombro y yo solo lo miraba sonriente y triunfante. Mi corazón estaba tratando de relajarse cuando abrió la boca.

—Yo yo no es para tanto. ¿Qué quieres que haga?

Mi mente se quedó en blanco. Estaba tan concentrada en no perder y en las cartas que no se me ocurrió absolutamente ningún castigo por si perdía. En realidad, estuve pensando todas las cosas morbosas que podía haberme obligado a hacer. Ahora que digo.

—Mmmm

Estaba intentando hacerme la interesante. Pero la verdad es que... no tenía ni la más remota idea de que ponerle. Quería humillarle, que se bajara de su nube y sufriera, pero la verdad era que nada parecía molestarle. Ponerle algo con Jin no iba a hacer nada del otro mundo, el chico ya le había chupado la verga y se notaba que le había gustado. Con Charlie imposible, va a estar contento de poder tener ese culazo para él. Podía ser con Jungkook, pero creo que si veo a Jungkook con alguien más me pondría celosa y no iba a hacer a brother partícipe de un castigo para humillar a Tae. Solo quedaba... yo.

—No me digas que no se te ocurre nada—sonrió.

Este chico me estaba empezando a caer mal. Ni siquiera cuando pierde puede dejar de ser tan arrogante. Tengo que humillarlo a como de lugar, incluso aunque eso signifique que tenga que prestar mi cuerpo para ello.

Cerré los ojos y entonces fue cuando la idea vino a mi cabeza.

Strip Poker 014 Perdedores


—Tócate—le dije—Hazte un pajón.

Todos comenzaron a reír. Note como los ojos de Tae perdían ese brillo que habían tenido toda la noche. Parece que he encontrado su punto débil.

No dijo nada, solo corrió su silla hacia detrás y la inclinó apoyándose a la pared. Pude verle la verga grande y venosa. Me imagine lo delicioso que sería montarse en ella poco a poco y comenzar a mover las caderas.

Taehyung es muy inteligente, se puso en una posición cómoda, donde todos podíamos verlo, pero también donde estábamos lo suficientemente lejos como para que pudiera sentir una pizca de privacidad... si es que eso se puede.

Sin más miramientos deslizó la cabeza hacia atrás, miro al techo y se agarró la verga con la mano derecha. Sonreí y me alegré de que nadie estuviera mirándome porque esa sonrisa delataría mis repentinas ganas de sentarme encima de su pedazo de carne.

Jungkook, Jin y brother miraban con atención, pero Charlie estaba tan fascinada como yo. Toda la frustración de su rostro había desaparecido y ahora exhibía una sonrisa casi tan grande como la mía.

Y como no ibamos a estar contentas. Taehyung tenía la verga más grande de los tres, era larga y se iba poniendo tiesa poco a poco a medida que desliaba la mano por su tronco. Si yo estaba fantaseando con follármelo de seguro que ella también. Ya entiendo porque tiene esa reputación. No creo que exista una mujer que se niegue a tener todo eso dentro.

Mientras nosotras observábamos como dos cazadores a sus presas mientras él seguía tocándose despacio, subiendo y bajando la mano a lo largo de su pene y dejando que la piel cubriera el glande para luego dejarlo a la vista otra vez.

—Dale Tae que tu puedes hacerlo mucho mejor que eso—dijo Jin comenzando a sacudirse el pene por debajo de la mesa.

Taehyung dejo de mirar al techo para volverse hacia nosotros. Me dio un poco de penita verle ruborizado. Al parecer toda su soberbia era una fachada porque se notaba que esto le estaba costando mucho, y no es para menos. Yo jamás podría pajearme en un cuarto lleno de gente y peor si esa gente son mis amigos a los que les veo las caras todos los días.

—Bien bien—dijo Charlie poniéndose en pie— Voy a ayudarte.

Y caminó hasta pararse delante de Tae. Luego flexionó las rodillas y abrió el culo. La mano del chico comenzó a acelerarse.

Jungkook y yo nos quedamos igual de boquiabiertos. Brother estaba actuando como si no le importara. De hecho, también se estaba tocando. Jin sonreía enseñando sus dientes y en una de esas Jimin me puso la mano en el hombro.

—Sis, ve tú también. Ayudemos al mucahcho.

—¿Y....Y...Yo?

—Si tú. Dale.

Brother me obligó a ponerme de pie y mientras lo hacía su pene rozó mis nalgas. No tuve más remedio que caminar hasta donde estaba Tae e inclinarme hacia delante. Mis tetas colgaron casi haciendo contacto con su cara. Me sonrojé en cuanto sentí que deslizaba su mirada hacia mi así que me las agarré con ambas manos en un intento de cubrirme los pezones.

Nuestros esfuerzos no fueron en vano. Taehyung comenzó a tocarse con más ímpetu. Su mano se sacudía sobre su verga y su glande desaparecía y reaparecía en un pestañeo. Me soprendió ver como su pene ya grande podía crecer aún más. Me pillo mirándolo y sonrió. El brillo en sus ojos había vuelto, de seguro pudo leer mis pensamientos.

Soltó un gemido, que hizo que la humedad recorriera mis labios vaginales. Dirigí la vista a su pene y no pude apartarla. El alternaba entre Charlie y yo, se tocaba de prisa y tenía mirada de loco perdido. Le entiendo, estaba en una posición privilegiada. A pocos centímetros tenía mis grandes tetas apretadas entre mis dedos y a su derecha el gran culo de Charlie y la vista de su vagina abierta y rosadita.

—Tiempo—dijo brother y por un momento quise tirarle la silla por la cabeza.

No puede ser que el tiempo pase tan deprisa. Yo necesitaba ver como acababa esto. De hecho, por algún motivo estaba esperando que me llenaran las tetas de semen. El ritmo de la mano de Taehyung fue bajando poco a poco, Charlie se enderezó, tomo asiento y yo la seguí sin dejar de mirar hacia atrás a ese pene delicioso y duro del que me cuesta trabajo alejarme.

Volví a mi asiento. Jungkook tenía el pene duro, que rico. La humedad de mi sexo ya estaba empezando a molestarme. El hormigueo era insoportable y comencé a balancearme sobre mi silla con las piernas apretadas para lograr sentir algo de contacto.

Esta vez Jungkook repartió las cartas y yo ni corta ni perezosa contemple su pene duro mientras lo hacía. Durante la partida aproveche para mirar también la polla de brother, quería llevármelo de allí y decirle que repitiera lo que hizo arriba. Lo necesitaba mucho. Normalmente me toco una noche, me corro y listo, pero hoy estaba tan caliente que necesitaba más que el orgasmo que consiguió darme.

También aproveche para mirarle el pene a Taehyung. Todavía seguía duro y apetecible. Me relamí los labios y casi me muerto de envidia cuando vi que Jin se lo agarró por debajo de la mesa de cristal. Que envidiaaaaa.

—Veo—dije pero todos soltaron una risita.

—Tanya ya perdiste—dijo Jin y Charlie tuvo que echarse a reír.

—¿Estás bien?—preguntó Jungkook—¿te sientes mal?

—No, no te proecupes.

Mi problema no es que me sienta mal, es que estoy tan caliente que ya no puedo actuar como una persona normal. Bebi todo lo que quedaba de mi vaso de licor.

—Tienes que dejarte lamer la concha—dijo Jin y me atoré con la bebida. Jungkook por suerte me dio palmaditas en la espalda.

—¿Por quién?

—Por mi, ¿por quién más?.

Mi corazón se disparó una vez más y más aún mi sexo. La humedad bajo como un rayo a la superficie. De hecho creo que moje la silla. Seguramente ya hay una mancha en el cojín.

El vaso de Charlie cayó al piso. menos mal que era de plástico o mi madre me ahorcaría cuando regresara. La chica se enfado muchísimo, como si fuera su propio vaso, lo recogió del suelo enfadada y se fue hacia la cocina con la excusa de lavarlo.

No tuve mucho tiempo para pensar o para decidir si aceptar o no. El numerito de la rubia ocupo toda mi atención y Jin no perdió tiempo luego de que ella se fuera para colocarse frente a mi y arrodillarse.

Me dedicó una sonrisa amigable, como si no fuera a meterme la lengua en toda la vagina. Le respondí con una sonrisa de pato, porque estaba tan nerviosa que ni eso pude hacer bien. Agarró mis piernas temblorosas y las fue abriendo poco a poco. El olor me delataba. Siendo completamente sincera, olía a puta mojada.

Para colmo Charlie no estaba presente así que nadie se distraería mirándole las tetas. Los ojos de los cuatros chicos estarán clavados en mi entrepierna.

Jin con cuidado alzó mi pie izquierdo y lo coloco sobre la mesa, lo mismo con el derecho. Quedé totalmente expuesta. Cerré los ojos. No podía soportar sus miradas libidinosas en todo mi sexo mojado.

—Uff, que apretado se ve—dijo Jin.

Y a los pocos segundos sentí su dedo deslizándose de arriba hacia aabjo por mi abdomen y luego el clítoris hasta llegar a la entrada de mi sexo. La humedad era tanta que sus dedos resbalaban.

Volvió a tocarme, pero esta vez el dedo acabó deslizándose dentro de mi. Me deje caer hacia atrás y aprete el espaldar de la silla. Era justo lo que necesitaba. El dedo me penetro sin cuidado, rápido y bruscamente, luego añadió otro que hizo que mi sexo se apretara en torno a ellos. Mi sexo comenzó a palpitar.

Luego añadió la lengua. La sensación de su lengua caliente hizo que tuviera una pequeña convulsión que me llevó a arquear la espalda y abrir los ojos. La mirada de Taehyung estaba clavada en mis tetas y en la forma en que rebotaron cuando me moví.

La lengua de Jin recorría mi sexo con destreza, subía de abajo hacia arriba como una pala recogiendo mis jugo s vaginales y remplazándolos con su saliva. Mire hacia abajo y casi me da un infarto al ver la carita de niño bueno que ponía mientras se dedicaba a lamerme toda.

Definitivamente su talento tenía que ser el sexo oral. Taehyung lo había disfrutado en su momento y ahora yo estoy en las nubes.

—¿A qué sabe?—pregunto brother.

¿Por qué tenía que preguntar eso?

—A gloria—dijo Jin que paro un momento para contestar y luego comenzó a darme pequeños toquecitos en el clitoris. No me pude controlar. Solté un gemido.

—¿Te está gustando Sis?

¿Qué le pasa? Voy a matarlo.

No dije nada, cerré los ojos otra vez para evitar contestarle, pero solté un gemido en cuanto Jin agarró mi clítoris entre los labios y lo chupo. Mis piernas comenzaron a temblar. El se dio cuenta y comenzó a mover la lengua en círculos en el centro de mi vagina.

Intenté contenerlo con todas mis fuerzas pero volví a gemir y me agarré aún más fuerte de la silla Estoy demasiado caliente y la chupada de concha que me esta dando Jin es demasiado deliciosa como para contener todo lo que llevó dentro. Tengo que soltarlo, tengo que correrme.

Al ver que yo ya no podía controlar los temblores de mi cuerpo Jin agarró mis piernas y las subió aún más. Las rodillas me tocaron las tetas y mi sexo quedo completamente abierto y expuesto para él.

—Uff—escuché a Jungkook.

Esta ves hris si metió su cabeza de a lleno y comenzó a lamer frenéticamente. Su lengua rápida dibujaba un zig zag en mi vagina mientras la punta de su nariz chocaba con mi clítoris.

Me sentía abierta, expuesta, mojada y como una puta que esta dando un show muy pero que muy caliente. Ya era hora de acabar con esto, ya hora de correrme.

—Tiempo—dijo Charlie que regresaba de la cocina con su vaso llenó de hielo. Jin se detuvo y yo apreté las piernas con toda mi fuerza.

—Dije tiempo. Siguiente ronda.

El chico se levanto y yo maldije mil veces los tres minutos. No puede ser. No puedo quedarme así.

Strip Poker 015 Quiero devolverte el favor

Jungkook repartía las cartas. Yo estaba sentada, con las piernas apretadas, el sexo mojadísimo y las tetas ardiendo con los pezones más duros que una piedra. La lengua de Jin sobre mi sexo fue demasiado. Estoy al borde, estoy al limite. No puedo pensar en otra cosa que no sea follar. Quiero follar, quiero que me metan una verga y correrme.

Miré las cartas, me tocaron un cinco y un nueve. Sabía que con esa combinación no tenía muchas oportunidades y aún así decidí seguir viendo; mi cabeza ya no respondía inteligentemente. Lo que estaba a punto de hacer era una locura de mucho cuidado, que no pensé que jamás hiciera porque soy una persona muy competitiva. Pero en ocasiones hay que darle al cuerpo lo que necesita y mi cuerpo ahora mismo necesita correrse.

Comencé a golpear el suelo desesperadamente con la punta del pie derecho. cualquiera que se hubiera dado cuenta diría que tengo un TOC, pero no, son las ganas de sexo que me tienen loca.

Para mi gusto la partida transcurrió demasiado lenta. Charlie intentó enfrentarse a Taehyung, alardeando de su mano, pero era evidente que la chica solo estaba jugando un farol. Entiendo su necesidad de ser el centro de atención, de hecho no pudo quedarse quieta cuando vio que a la que le iban a lamer la concha era a mi y no a ella y tuvo que hacer el espectáculo del vaso. Pero el poker es un juego más que de suerte de inteligencia y observación. No hay forma de que intente hacerse la experta cuando todos podemos leerla como a un libro abierto.

Terminó por retirarse y solo quedamos Taehyung y yo. Con mis cartas se podía formar una escalera si aparecía el siete, pero yo estaba rogando porque no fuera así.

Jungkook desveló la última cara lentamente. Tenía ganas de darle un pescozón. ¿Por qué tanta lentitud ahora señor? Mi punta golpeaba el suelo tan rápido como un taladro.

Otro ocho.

Menos mal gracias a dios.

Desvelé mis cartas y no tenía nada, tristemente para mí, según ellos claro. Taehyung desveló las suyas. Tenía dos parejas, de ochos y nueves. Genial. El ganaba. Felicidades Taehyung, si si, aplausos para ti campeón ahora ponme un castigo bien caliente que estoy a punto de reventar.

—Estaba esperando a que llegara este momento.

Hice todos mis esfuerzos por fingir una cara triste. Él no sabe que me deje perder. Pobrecito.

Estoy preparada para lo que tenga para mi. Que Jungkook me meta los dedos, o que me deje meter la verga de brother o la de Jin o ojala fuera la suya. Uff... solo de pensarlo siento que los jugos escapan de mi vagina. Necesito acción ya.

—No te lo pienses tanto.

—No tengo nada que pensar—dijo—Quiero que te subas sobre la mesa, abras las piernas y te toques.

Mi sonrisa se desdibujó. ¿En serio?

—¿En serio?

De todas las cosas ricas calientes y excitantes que se le podían hacer ocurrido tenía que mandarme a tocarme. Yo puedo tocarme todos los días si quiero, pollas para mi solo están disponibles hoy.

—Si. Quiero devolverte el favor.

Charlie sonrió con malicia. Por supuesto que tenía que sonreír, le encanta ver como me humillan.

Mire a Jungkook, estaba concentrado en mis tetas y como de costumbre con la mano dentro del pantalón. también miré a brother. Quería que le dijera a Taehyung que era demasiado, quería que lo detuviera y le pidiera que cambiara el castigo. Pero no, no. Nada. Nadie salió en mi defensa y creo que me lo merezco porque yo le puse a él el mismo castigo

Suspire y baje la cabeza derrotada. Me puse de pie y me subí encima de la mesa.

Me da muchísima vergüenza tener que hacerlo sola. No es lo mismo si es un castigo con alguno de los chicos porque al menos ahí puedo fingir ser la niña buena que lo hace solo porque es obligatorio pero ahora... ahora tengo que sacar a la puta que llevo dentro y eso me asusta.

Me senté dándoles la espalda a Jin y Taehyung así que ellos tuvieron que moverse. Taehyung se puso de pie, cogió mi silla y la acercó a la de Jungkook, estaban tan juntos que prácticamente podía ver a los dos frente a mi. Ambos iban a tener una visión perfecta de mi sexo. Brother también se acercó, pero mantuvo un poco la distancia y Charlie y Jin se colocaron del lado opuesto .

Esto parecía una obra de teatro. Yo era el entretenimiento y ellos el público expectante.

—Empieza—me apuró Taehyung.

—¡Ya voy!—respondí a la defensiva—tú mejor que nadie sabes que es difícil.

Imité su técnica y mire al techo. No quería ver la cara burlona de Charlie ni tampoco la reacción de Jungkook al verme dándome amor a mi misma.

Pero eso no quitaba el hecho de que estuviera caliente. Mis pezones seguían duros y mi sexo seguía reclandome ser acariciado. Sé que lo ideal sería la polla de cualquiera de los presentes, pero voy a tener que conformarme con mis manos.

Abrí las piernas, regalándoles una clara visión de mi vagina apretada y mojada. Escuche respiraciones, alguien ha empezado a tocarse de solo verme abierta, y por lo que puedo reconocer es Jungkook.

Lleve las manos a mis grandes y oscuras tetas y comencé a acariciarlas suavemente. me soprendió como aunque fuera mi propia mano se me puso la piel de gallina y comenzó a palpitarme el sexo. Eso solo puede significar que estoy muy cerca del orgasmo.

La sensación de placer intenso me invade rápidamente. Poco a poco, solo con el contacto de mis manos en mis tetas logre que se me olvidará donde estaba y quién podía verme. Baje la mano hacia mi sexo y comence a acariciarme el clitoris sin ningun pudor. Moví la mano en círculos, ni tan rápido ni tan despacio, al ritmo que a mi me gusta, al ritmo perfecto para hacer que mas jugos se deslizaran fuera.

Con la otra mano seguí frotando mis pechos, pellizcando el pezón izquierdo y sintiéndome como una puta en exhibición. Me gustó tanto que comencé a sentir algo extraño, un morbo demasiado grande más grande que yo. Igual al que sentí cuando le decía a brother que me la clavara toda. Era la Tanya del lado oscuro que estaba ansiosa por salir.

Abrí los ojos y mi mirada de niña avergonzada se había transformado en una mirada lasciva corroída por la perversión. Lo primero que vi fue a Jungkook masturbandose, a su lado Taehyung y brother hacían lo mismo. Me encantó ver como sus miradas estaban fijas den mi sexo húmedo. Tanto que ni siquiera se percataron de que los miraba.

Aproveche y me abrí el sexo con los dedos. Quería que lo vieran todo.

Nada más lo hice y Taehyung acercó la cabeza hipnotizado, yo también quedé cautivada por su pene duro y la forma en que se tocaba. Nada más verlo baje la mano que tenía en mis pechos e introduje dos dedos dentro de mi sexo de un tirón.

Tuve que gemir. No tenía ni idea de que yo misma pudiera tocarme tan deliciosamente.

Seguí abriéndome mientras metía y sacaba los dedos rápido. Ellos aceleraron el ritmo al que se masturbaban al mismo tiempo que mis piernas comenzaron a temblar.

Seguí metiéndome los dedos y frotándome el clítoris deprisa. Los gemidos salieron y nos los contuve. Los tres se pusieron de pie y me rodearon. Sus penes duros quedaron a pocos centímetros de mi cara y mi vagina.

Seguí hundiendo los dedos en lo profundo de mi concha y gimiendo como toda una pervertida. Me estoy volviendo loca.

La mano de brother alcanzó una de mis tetas y di un brinco de placer. La de Jungkook hizo lo mismo.

—Pareces una puta—susurró Taehyung y no sé si los demás pudieron escucharlo o no, pero acto seguido comenzó a lamer mi sexo aún con mis dedos adentro. Gemí su nombre en un grititio agudo, no me pude aguantar.

Aparte mis manos y las lleve a los penes de brother y Jungkook. Comencé a tocarlos con firmeza mientras ellos amasaban mis pechos y Taehyung lamía mi clítoris.

—Que ricas tetas—dijo brother.

—Que rico culo—añadió Jungkook

—Y que rica concha—terminó Taehyung.

Fue más de lo que pude soportar. Mi cuerpo comenzó a tener espasmos. Dejé ir sus pollas mientras temblaba descontroladamente y ponía los ojos en blanco, pero Taehyung afincó sus manos a mis piernas y continuó lamiendo. Empecé a gritarle de todo, que siguiera, que si, que me encantaba, que rico, que me lamiera toda y que estaba a punto de correrme en su boca.

Mi cuerpo se levantó de la mesa y sentí como me dejaba ir en sus labios. Lla corriente descendiendo por mi cuerpo y mis gritos resonando por las paredes del salón. Los pechos me rebotaban de un lado a otro mientras expulsaba hasta la última gota.

Me corrí con todas mis fuerzas y justo cuando intenté volver a calmarme chorros de semen salieron disparados hacia mis tetas y mi cara. Brother y Jungkook se estaban corriendo de lo lindo sobre mi y bañándome de blanco. Cuando deje temblar Taehyung se incorporó, me jalo del pelo metió su pene en mi boca y al instante se corrió soltando todo, inundándome la boquita con más semen del que podía tragar. Sentí que me ahogaba, pero no importó. Lo recibí todo sin chistar y cuando estuvo satisfecho saque la lengua manchada de blanco.

Me dejé caer sobre la mesa y ellos volvieron a sentarse en sus sillas.

Esto lo recordaré para siempre. Ellos acabados de correr descansando sobre las sillas y yo como una puta satisfecha en el centro desnuda bien y cubierta de semen. Jungkook repartía las cartas. Yo estaba sentada, con las piernas apretadas, el sexo mojado y las tetas ardiendo con los pezones más duros que una piedra. La lengua de Jin sobre mi sexo fue demasiado. Estoy al borde, estoy al limite. No puedo pensar en otra cosa que no sea follar. Quiero follar, quiero que me metan una verga y correrme.

Miré las cartas, me tocaron un cinco y un nueve. Sabía que con esa combinación no tenía muchas oportunidades y aún así decidí seguir viendo; mi cabeza ya no respondía inteligentemente. Lo que estaba a punto de hacer era una locura de mucho cuidado, que no pensé que jamás hiciera porque soy una persona muy competitiva. Pero en ocasiones hay que darle al cuerpo lo que necesita y mi cuerpo ahora mismo necesita correrse.

Comencé a golpear el suelo desesperadamente con la punta del pie derecho. cualquiera que se hubiera dado cuenta diría que tengo un TOC, pero no, son las ganas de sexo que me tienen loca.

Para mi gusto la partida transcurrió demasiado lenta. Charlie intentó enfrentarse a Taehyung, alardeando de su mano, pero era evidente que la chica solo estaba jugando un farol. Entiendo su necesidad de ser el centro de atención, de hecho no pudo quedarse quieta cuando vio que a la que le iban a lamer la concha era a mi y no a ella y tuvo que hacer el espectáculo del vaso. Pero el poker es un juego más que de suerte de inteligencia y observación. No hay forma de que intente hacerse la experta cuando todos podemos leerla como a un libro abierto.

Terminó por retirarse y solo quedamos Taehyung y yo. Con mis cartas se podía formar una escalera si aparecía el siete, pero yo estaba rogando porque no fuera así.

Jungkook desveló la última cara lentamente. Tenía ganas de darle un pescozón. ¿Por qué tanta lentitud ahora señor? Mi punta golpeaba el suelo tan rápido como un taladro.

Otro ocho.

Menos mal gracias a dios.

Desvelé mis cartas y no tenía nada, tristemente para mí, según ellos claro. Taehyung desveló las suyas. Tenía dos parejas, de ochos y nueves. Genial. El ganaba. Felicidades Taehyung, si si, aplausos para ti campeón ahora ponme un castigo bien caliente que estoy a punto de reventar.

—Estaba esperando a que llegara este momento.

Hice todos mis esfuerzos por fingir una cara triste. Él no sabe que me deje perder. Pobrecito.

Estoy preparada para lo que tenga para mi. Que Jungkook me meta los dedos, o que me deje meter la verga de brother o la de Jin o ojala fuera la suya. Uff... solo de pensarlo siento que los jugos escapan de mi vagina. Necesito acción ya.

—No te lo pienses tanto.

—No tengo nada que pensar—dijo—Quiero que te subas sobre la mesa, abras las piernas y te toques.

Mi sonrisa se desdibujó. ¿En serio?

—¿En serio?

De todas las cosas ricas calientes y excitantes que se le podían hacer ocurrido tenía que mandarme a tocarme. Yo puedo tocarme todos los días si quiero, pollas para mi solo están disponibles hoy.

—Si. Quiero devolverte el favor.

Charlie sonrió con malicia. Por supuesto que tenía que sonreír, le encanta ver como me humillan.

Mire a Jungkook, estaba concentrado en mis tetas y como de costumbre con la mano dentro del pantalón. también miré a brother. Quería que le dijera a Taehyung que era demasiado, quería que lo detuviera y le pidiera que cambiara el castigo. Pero no, no. Nada. Nadie salió en mi defensa y creo que me lo merezco porque yo le puse a él el mismo castigo

Suspire y baje la cabeza derrotada. Me puse de pie y me subí encima de la mesa.

Me da muchísima vergüenza tener que hacerlo sola. No es lo mismo si es un castigo con alguno de los chicos porque al menos ahí puedo fingir ser la niña buena que lo hace solo porque es obligatorio pero ahora... ahora tengo que sacar a la puta que llevo dentro y eso me asusta.

Me senté dándoles la espalda a Jin y Taehyung así que ellos tuvieron que moverse. Taehyung se puso de pie, cogió mi silla y la acercó a la de Jungkook, estaban tan juntos que prácticamente podía ver a los dos frente a mi. Ambos iban a tener una visión perfecta de mi sexo. Brother también se acercó, pero mantuvo un poco la distancia y Charlie y Jin se colocaron del lado opuesto .

Esto parecía una obra de teatro. Yo era el entretenimiento y ellos el público expectante.

—Empieza—me apuró Taehyung.

—¡Ya voy!—respondí a la defensiva—tú mejor que nadie sabes que es difícil.

Imité su técnica y mire al techo. No quería ver la cara burlona de Charlie ni tampoco la reacción de Jungkook al verme dándome amor a mi misma.

Pero eso no quitaba el hecho de que estuviera caliente. Mis pezones seguían duros y mi sexo seguía reclamando ser acariciado. Sé que lo ideal sería la polla de cualquiera de los presentes, pero voy a tener que conformarme con mis manos.

Abrí las piernas, regalándoles una clara visión de mi vagina apretada y mojada. Escuche respiraciones, alguien ha empezado a tocarse de solo verme abierta, y por lo que puedo reconocer es Jungkook.

Lleve las manos a mis grandes y oscuras tetas y comencé a acariciarlas suavemente. Me soprendió como aunque fuera mi propia mano se me puso la piel de gallina y comenzó a palpitarme el sexo. Eso solo puede significar que estoy muy cerca del orgasmo.

La sensación de placer intenso me invade rápidamente. Poco a poco, solo con el contacto de mis manos en mis tetas logre que se me olvidará donde estaba y quién podía verme. Baje la mano hacia mi sexo y comencé a acariciarme el clítoris sin ningún pudor. Moví la mano en círculos, ni tan rápido ni tan despacio, al ritmo que a mi me gusta, al ritmo perfecto para hacer que mas jugos se deslizaran fuera.

Con la otra mano seguí frotando mis pechos, pellizcando el pezón izquierdo y sintiéndome como una puta en exhibición. Me gustó tanto que comencé a sentir algo extraño, un morbo demasiado grande más grande que yo. Igual al que sentí cuando le decía a brother que me la clavara toda. Era la Tanya del lado oscuro que estaba ansiosa por salir.

Abrí los ojos y mi mirada de niña avergonzada se había transformado en una mirada lasciva corroída por la perversión. Lo primero que vi fue a Jungkook masturbándose, a su lado Taehyung y brother hacían lo mismo. Me encantó ver como sus miradas estaban fijas den mi sexo húmedo. Tanto que ni siquiera se percataron de que los miraba.

Aproveche y me abrí el sexo con los dedos. Quería que lo vieran todo.

Nada más lo hice y Taehyung acercó la cabeza hipnotizado, yo también quedé cautivada por su pene duro y la forma en que se tocaba. Nada más verlo baje la mano que tenía en mis pechos e introduje dos dedos dentro de mi sexo de un tirón.

Tuve que gemir. No tenía ni idea de que yo misma pudiera tocarme tan deliciosamente.

Seguí abriéndome mientras metía y sacaba los dedos rápido. Ellos aceleraron el ritmo al que se masturbaban al mismo tiempo que mis piernas comenzaron a temblar.

Seguí metiéndome los dedos y frotándome el clítoris deprisa. Los gemidos salieron y nos los contuve. Los tres se pusieron de pie y me rodearon. Sus penes duros quedaron a pocos centímetros de mi cara y mi vagina.

Seguí hundiendo los dedos en lo profundo de mi concha y gimiendo como toda una pervertida. Me estoy volviendo loca.

La mano de brother alcanzó una de mis tetas y di un brinco de placer. La de Jungkook hizo lo mismo.

—Pareces una puta—susurró Taehyung y no sé si los demás pudieron escucharlo o no, pero acto seguido comenzó a lamer mi sexo aún con mis dedos adentro. Gemí su nombre en un grititio agudo, no me pude aguantar.

Aparte mis manos y las lleve a los penes de brother y Jungkook. Comencé a tocarlos con firmeza mientras ellos amasaban mis pechos y Taehyung lamía mi clítoris.

—Que ricas tetas—dijo brother.

—Que rico culo—añadió Jungkook

—Y que rica concha—terminó Taehyung.

Fue más de lo que pude soportar. Mi cuerpo comenzó a tener espasmos. Dejé ir sus pollas mientras temblaba descontroladamente y ponía los ojos en blanco, pero Taehyung afincó sus manos a mis piernas y continuó lamiendo. Empecé a gritarle de todo, que siguiera, que si, que me encantaba, que rico, que me lamiera toda y que estaba a punto de correrme en su boca.

Mi cuerpo se levantó de la mesa y sentí como me dejaba ir en sus labios. Lla corriente descendiendo por mi cuerpo y mis gritos resonando por las paredes del salón. Los pechos me rebotaban de un lado a otro mientras expulsaba hasta la última gota.

Me corrí con todas mis fuerzas y justo cuando intenté volver a calmarme chorros de semen salieron disparados hacia mis tetas y mi cara. Brother y Jungkook se estaban corriendo de lo lindo sobre mi y bañandome de blanco. Cuando deje temblar Taehyung se incorporó, me jalo del pelo metió su pene en mi boca y al instante se corrió soltando todo, inundandome la boquita con más semen del que podía tragar. Sentí que me ahogaba, pero no importó. Lo recibí todo sin chistar y cuando estuvo satisfecho saque la lengua manchada de blanco.

Me dejé caer sobre la mesa y ellos volvieron a sentarse en sus sillas.

Esto lo recordaré para siempre. Ellos acabados de correr descansando sobre las sillas y yo como una puta satisfecha en el centro desnuda bien y cubierta de semen.

016 Strip Poker Ya basta


Wow. La noche realmente llegó a límites inesperados. Empezando porque estoy bañando con agua fría a las tres de la mañana y terminando por el hecho de que me hice una paja frente a mi hermano y sus amigos.

No sé cómo vamos a sobrevivir a esto y tampoco sé cómo llegamos a tanto. Me preguntó si su amistad se acabará después de esta noche y peor aún...cómo va a continuar mi relación con brother cuando lleguen mis padres.

El agua fría corre por mi cuerpo y agradezco que me refresque y aclare la mente. Ya basta ya de cosas calenturientas y pasadas del límite. Necesito volver a mi centro y volver a ser la misma de antes o me voy a perder para siempre.

—Sis apurate—escucho el toque de Jimin.

Me quedo por unos cinco minutos más bajo el agua, me envuelvo en la toalla y salgo sin mirarle la cara. Por suerte la oscuridad fue mi aliada.

Es muy raro, sigue siendo mi hermano y lo veo como tal pero hay una vocecita aguda en mi cabeza que me dice: Te lo cogiste, te lo cogiste Tanya eres una puta. Sacudo la cabeza como si eso sirviera de algo y caminó hacia mi habitación. Cuando estoy por entrar escuchó voces. Son Jin y Charlie.

Ahora que lo pienso claramente ellos no estaban presentes en el espectáculo que di y lo sé porque si Charlie hubiera estado presente nunca se hubiera dado. La pregunta es... ¿Qué hacen solos en mi habitación?

—No creo que pueda perdonarlo—le dijo ella—me da igual lo que hagas pero no en mi cara. Sabes lo que...

—Sé que somos tú y yo, pero si no hacía...

—Hola Tanya—dijo Jungkook y le hice una mueca de silencio, pero era muy tarde. Los dos hermanitos ya se habían percatado de nuestra presencia.

—¿Hey Jin, Dónde te habías metido?

—Mmmm esto.Charlie no se sentía bien y...

—Necesitaba hablar con mi hermano—dijo la rubia. Estaba desnuda y me miraba con ojos fulminantes.

Mi valentía para enfrentarme a ella se había drenado por el canal de la ducha junto con mi borrachera y la calentura. He vuelto a ser la pobre Tanya, no tan virgen, pero si igual de tímida.

Además, su mirada me decía que sabía que había visto al pene de Jin perderse entre sus piernas. Yo no soy quien para juzgar porque he hecho algo peor así que sin decir nada, apreté mi cuerpo a la toalla y pase en medio de lo tres hacia mi cuarto. Luego cerré la puerta.

Después de que la puerta se cerró por fin pude respirar. Ok, es mucho para procesar pero tengo que hacerlo rápido, porque la luz no volverá y esta gente no se va a ir de aquí.

Primero les vi el pene a todos y el culo a Charlie. Segundo deje que mi hermano me tocara las tetas. tercero perdí la virginidad con brother. Cuarto, todos me vieron desnuda. Quinto, Jungkook me chupo las tetas y sexto me toque en frente de todos y masturbe a Jungkook y brother mientras Taehyung me lamía... Nada del otro mundo... para una ninfomana o una prostituta.

Estuve de pie frente al armario por casi veinte minutos, aún desnuda bajo la toalla. No sabía que ponerme, ninguna ropa cubría lo suficiente como para devolverme la inocencia.

—Hey Sis—dijo brother poniéndome las manos frías en la espalda. No tocó la puerta y ni siquiera me percaté de cuando entró a la habitación.

—No vuelvas a hacer eso en tu vida. Me muero del susto

Él soltó una risita.

—Vamos a jugar abajo. Quería saber si te nos vas a unir

—¿Seguir jugando? Ustedes están locos

Pero esta gente no descansa o qué. Ya nos habíamos corrido todos, ya que más hacía falta. No pienso jugar más. Es hora de parar con esta locura.

—Vamos a jugar un parchís. ¿Te unes?

Suspiré. Bueno

—Si es un parchís si.

—Te espero abajo entonces. —Me dió un beso en la mejilla y salió en silencio.

Finalmente opté por usar un vestido holgado blanco que uso para dormir y las pantuflas de siempre.

Baje, ya habían comenzado el parchís. El único que no estaba participando era Jungkook, pero también estaba sentado en la mesa muy atento de las jugadas de los demás. Yo me senté en el lado opuesto, donde normalmente iba Jin. Quería decirme a mí misma que si me cambiaba de asiento nada raro pasaría y así fue.

Todos actuaron como si no pasara nada. Teníamos nuestra ropa puesta y esta vez las miradas si estaban concentradas en las cartas. Brother reía y Jin hacía bromas. Jungkook y yo habíamos vuelto a ser incómodos el uno con el otro y Charlie comos siempre se robaba el show. No pensé que fuera posible borrar todo pero sí, más normal no podía ser la situación.

La partida la ganó Jin y brother pobrecito quedó en último lugar.

Se hizo muy tarde, el reloj marcó las 4 am así que seguimos la idea de Taehyung y pusimos todos los cojines que nuestra casa tenía en el suelo. Nos acostamos todos juntos y así, con brother a un lado y Taehyung al otro me quedé dormida. Estaba cansadisima y todos sabemos que después de un tremendo orgasmo como el que tuve el sueño es indispensable.

Fin del Arco 1 de Strip Poker, La noche de Tanya.

No se preocupen que El Arco 2 llegará muy pronto. 


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