Por cosas de la vida me fui a otra ciudad a estudiar mi carrera universitaria, conseguí un apartamento algo peque, pero perfecto para mí, me la alquilo una pareja súper bien en todo sentido, pero algo mayores, ella unos 25 años y el ya casi llegando a los 30.
Los primeros meses todo iba con total normalidad, no me atrasaba en los pagos y ellos eran muy amables siempre, pero comenzó a faltar un poco el trabajo, el dinero ya no me alcanzaba tanto y comencé a atrasarme con los pagos del arriendo.
Los primeros dos meses fueron muy considerados, pero ya para el tercer mes debiendo lo del apartamento ya me comenzaron a presionar mal.
Una tarde estando en el apartamento recibí un mensaje de Christopher, el dueño del arrendador, diciendo que iba a ir a visitarme y hablar de cómo iba a solucionar todo lo que le debía de atraso.
Yo estaba relajada en casa, una blusa simple negra, un short donde se veía algo de mi nalga y nada más, él fue muy cumplido, a la media hora timbro en mi casa.
Abrí la puerta
- Hola Christopher como estas – Lo salude de beso en la mejilla
- Hola linda, muy bien, aquí vine a hablar contigo
- Dale sigue, quieres algo de tomar – El paso y decidió sentarse en el sofá
- Claro, ¿tienes café?
- Si claro, lo preparo y nos sentamos a hablar
Luego de un tiempo en la cocina hice el café y lo lleve a la pequeña sala, le entregue la taza y me senté en el mismo sofá junto a él.
- Bueno linda cuéntame, ¿Qué pasa?, no podemos esperar tanto por tus pagos, ya son 3 meses que nos debes de arriendo
- Lo se señor Christopher
- Dime solo Christopher– Me interrumpió – Es que me haces sentir muy viejo
- Bueno Christopher – Solté una sonrisa – Lo que pasa es que estos últimos meses me he quedado algo corta de trabajo, además que la universidad me quita mucho tiempo y mis papas últimamente no me han podido colaborar con dinero ya que tienen una deuda muy grande con el banco
- Si mejor
- Bueno, linda lo que pasa es que no te podemos dejar mucho tiempo sin pagar, sin recibir lo que acordamos en el contrato, ya son tres meses y no hemos solucionado nada
- Pero que puedo hacer Christopher es que la situación es algo difícil
- Pero es que como creerte, mira allí una botella de aguardiente, ósea para eso si tienes – Soltó la risa
- No, ajjaja es que me lo regalo un amigo de la U, soy poca de tomar sola y pues está ahí
- ¿Tienes clase ahorita?
- No
- ¿Ir a trabajar?
- Tampoco
- Mmmmmm yo tampoco tengo afán y quiero solucionar esto, servimos unas copas
Me levanté, fui a la cocina, traje un par de copas y un six de cervezas
- Pero bueno linda no tienes para el arriendo, pero si para cervezas
- Jajaja no Christopher, me lo regalaron – mentí
Serví la primera copa para ambos, hicimos un fondo blanco
- Esto sí que entra deli linda
Comenzamos a conversar y a servir algunas copas, combinadas con cerveza, ya pasadas unas dos horas ya estábamos algo entonados.
Seguíamos sentados en el sofá
- Bueno linda es que… pues entiendo tu situación, yo también fui estudiante y toda la cosa, pero las deudas se tienen que pagar y pues no se tu como me lo vas a pagar – Me comenzó a consentir las piernas
- Te diría un método, pero tu mujer me mata
- Ahhhh si linda, no jodas que sería eso
- Pues – Lo mire algo coqueta – Tu qué crees
- linda no me digas eso, soy hombre y una niña así de bien formadita como tú, hagamos algo, ven párate y dame una vuelta.
Me levante del sofá, me aleje un poco y lentamente me di la vuelta, su cara de satisfacción era increíble
- Eres una mujer ya muy bien hecha, tan jovencita y todo muy bien
- Gracias Christopher – Ya me senté casi pegado a el – Empece a hacer ejercicio
- Se nota, ya hasta ese short se te queda pequeño – Soltamos la risa ambos
- Lo sé, pero era lo único limpio que tenía hoy
- Tranqui, pero una pregunta
- Si, dime
- ¿Tienes a alguien que consienta todo eso?
- No – solté una risa mucho más coqueta, me mordí el labio mientras lo miraba fijamente - ¿Por qué?
- Ufffff no linda, ese culote debe tener un hambre
- Por Dios señor Christopher
- Jajaja linda, ¿quieres pagarme?
- Por supuesto – lo mire con deseo
Él se acercó y me comenzó a besar, mientras me agarraba fuerte del muslo, le seguí el beso, el metía su lengua en mi boca, jugaba con ella, juntábamos y acariciábamos nuestras lenguas.
- Desde que te vi con ese escote quería llegar a este momento
Lo empuje un poco para que se acomodara bien en el sofá, me acomode para sentarme con las piernas abiertas encima de él, seguimos el beso con pasión, sus manos se apoyaron en mis nalgas.
Los besos eran de una intensidad brutal, tanto así que comencé como encima de ese pantalón se ponía súper, mis pezones ya casi atravesaban la blusa, el me tomo del pelo y me comenzó a besar el cuello, gemí.
Me tomo de la blusa con fuerza, tomo el poco escote y con agilidad lo bajo para que saliera libre mi primera teta, y mientras la besa, me saco la segundo teta.
- Ahhhhhh Christopher
- Las tienes enormes y rosaditas, linda no sabes lo ricas que saben
Lo tome de la cabeza y lo pegue a mis pechos, el gozaba, chupaba, manoseaba escupía y besaba
Ya sentía como mojaba su pantalón por culpa de mis fluidos, mis tetas también estaban húmedas por sus babas y era hora de pagar, me levante, el me miraba, me hice un moño y me arrodille
- No lo puede creer, me lo chuparas
- Claro que si, como no hacerlo – mientras bajaba su pantalón junto a su bóxer y salía su dura verga, de unos 14 cm y gorda
Le comencé a masturbar primero, él se retorcía, le escupí en el grande, el gemía, lo comencé a besar la punta de la verga y el me consentía las tetas, se la empecé a mamar, como entraba y salía de mi boca, su gorda verga invadía mi boca mientras él no paraba de gozar
- Eres una experta, que puta tan rica estas hecha linda
Chupaba sus huevos mientras lo masturbaba, lo tenía súper dura, estaba muy orgullosa de chupar tan rica verga.
Me volví a poner de pie, pero estaba ves solo para voltearme e inclinarme un poco, sentir como el me dirigía hacia el sofá, me ponía en cuatro, corría el short y ahhhhhhhhhhh
- Ahhhhhhhhhh que rica la tienes. Ay linda mmmmm que húmeda y calientita la tienes putita
Me comenzó a martillar duro y con un ritmo delicioso, me lo metía y me lo sacaba sin parar, su gorda verga me invadía.
- linda que rica te ves asiiiiiiii- me gemía
Yo disfrutaba de cada envestida, con agarrones de nalga, de pelo y nalgadas
- Me corrooooooo
Me voltee y me arrodille rápido, su leche cayó en mis tetas, su espesa y blanca leche me baño demasiado
- POR DIOS – Se sentó en el sofá rendido, me pare y fui a limpiarme rápido
Al volver él ya se había puesto de nuevo el pantalón y estaba recogiendo sus cosas, yo seguía con las tetas afuera.
- linda, muchas gracias por esto, pero sabes que aún me debes mucho así que vendré a cobrar seguido – Me agarraba las tetas con una mano, me las manoseaba
- Claro Christopher tú me avisas y yo te pago como quieras
- Perfecto, ya me voy, nos vemos en la próxima – Me beso delicioso y me agarro la nalga.
Paso la puerta de la casa y cerro, no sabía que acababa de pasar, era muy excitante todo, me senté en el sofá nuevamente, me moví el short y comencé a masturbarme.
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